09/04/2025
🖤 Todos hemos perdido a alguien.
Y cuando se van, sentimos que nos falta el aire, que la vida se detiene, que el dolor no se va nunca. Algunos se encierran en el luto… y no logran salir.
Pero ¿sabías que muchas veces, cuando lloras a tus mu***os, en realidad lloras por ti?
Hoy quiero contarte una historia que te hará entender por qué no puedes dejarte caer. Por qué es necesario llorar, sí… pero también levantarte.
No te mueras con tus mu***os. Escucha esto con el corazón abierto:
¿Sabes que cuando lloras a tus mu***os, lloras por ti y no por ellos?
Lloras porque ya no los tienes a tu lado.
Porque te falta su voz, sus abrazos, su presencia.
Lloras porque no sabes qué vas a hacer sin ellos.
Cuando murió mi padre, sentí que todo se me derrumbaba.
Mi papá, el que me sacaba a pasear, el que me ayudó con los deberes, el que trabajó para pagarme los estudios, el que me enseñó a ser quien soy… ya no estaba.
Dolía todo. El pecho, el cuerpo, el alma.
Después de despedirme, me encerré en mi cuarto y lloré como nunca.
Solo quería una cosa: volverlo a ver, aunque fuera por un momento.
Entonces mi madre entró.
Se sentó a los pies de mi cama, y con voz firme me dijo:
—Estás llorando por ti. No por tu padre.
Me quedé en silencio. No lo entendía.
¿Cómo no iba a llorarlo, si era mi padre, el hombre que más amaba en el mundo?
—Él ya no sufre —me dijo con calma—. No está enfermo, no tiene miedo, no tiene dolor.
Eres tú quien siente ese vacío.
Lloras por todo lo que ya no vivirás a su lado.
Lloras porque lo extrañas, no porque él esté mal… él ya está en paz.
Así que tú no tienes por qué morir con él.
Y ahí entendí.
No lloramos por los mu***os.
Lloramos por lo que nos arrebata su ausencia.
Por las palabras que no dijimos.
Por los abrazos que no volverán.
Por lo que nos queda pendiente.
Por lo solos que nos sentimos sin ellos.
Y eso está bien.
Está bien llorar. Está bien romperse.
Pero no está bien quedarse ahí…
Porque entonces mueres con ellos.
No te mueras con tus mu***os.
Llóralos, pero no te entierres con ellos.
Recuérdalos, pero no te detengas.
Honra su vida, viviendo la tuya.
Porque si te amaron de verdad,
no querrían verte en ruinas.
Querrían verte en paz.
Querrían verte vivo.
Así que no te mueras con tus mu***os,
hazles honor viviendo tu vida,
como ellos hubieran querido que lo hicieras.
Con fuerza. Con amor. Con ganas de seguir.
Tomado de la red.