
28/07/2025
AUTISMO: UN MENSAJE DEL ÁRBOL
Desde la mirada sistémica y terapéutica
El autismo no es un error ni una enfermedad. Es una forma distinta de estar en el mundo. Una expresión profunda de la conciencia, que llega a mostrarnos que algo necesita ser visto, reconocido y sanado.
En Biodescodificación se habla del autismo como una manifestación relacionada con conflictos emocionales intensos, no siempre vividos por el niño, sino muchas veces heredados por lealtad del árbol genealógico. Conflictos no resueltos que han sido callados por generaciones.
A nivel simbólico, el autismo puede corresponder a lo que llamamos una constelación polarizada:
dos impactos emocionales fuertes vividos en simultáneo, que afectan hemisferios opuestos del cerebro.
🔹 Conflicto de rencor profundo (vesícula biliar)
🔹 Conflicto de susto violento (laringe)
Pero en el caso del autismo, estos conflictos no pertenecen al niño, sino que emergen de memorias emocionales que han permanecido sin resolver en el linaje familiar. El alma del menor puede estar dando voz a aquello que no fue dicho, llorando lo que no fue llorado, reclamando el amor que fue negado.
El árbol está diciendo:
“¡Detente! Mírame. Siente. Nómbrame. Hazme consciente.”
Por eso es tan importante mirar el transgeneracional, hacer una revisión amorosa y sin juicios de las historias familiares. Muchas veces hay duelos inconclusos, secretos, traiciones, violencias, abusos, silencios… todo eso que quedó atrapado en la memoria emocional del clan.
Y entonces nace un niño que:
– Está, pero no se mezcla
– Observa, pero no responde como se espera
– Ama en silencio, desde un lugar que no pide ni exige
– Solo se abre en espacios seguros, sin ruido, sin juicios
Es un niño con una sensibilidad tan profunda, que no puede habitar un entorno desconectado del amor verdadero.
Por eso, muchas veces, el niño con autismo es un gran sanador.
Un mensajero del alma del sistema familiar.
Un guardián de la paz interior.
Si la familia es capaz de abrirse a la verdad, al amor, al trabajo interno… ese niño puede florecer, mostrarnos una nueva forma de amar sin condiciones.
Y si no… tal vez decida no habitar este mundo del todo. Y está bien. Porque nadie elige por él.
Él elige desde su sabiduría.
Y tal vez por eso vino:
A ayudarnos a recordar que el amor verdadero no impone, no corrige, no condiciona… sólo abraza y transforma.
Con amor,
Si te atreves a dar el primer paso para sanar mándanos mensaje directo para agendar tu constelación