
14/11/2024
Creo que muchas veces ponemos expectativas en el fluir.
Como si fluir fuera igual a: me tiene que valer, ignorar, dar el avión, distraerme, que otros decidan.
Para mí, fluir es como hacer tubbing, cuando te metes al río flotando en una dona.
Fluir es vivir con plena conciencia lo que hay. Es subirte a la dona y ESTAR presente, de forma activa, observar el paisaje, poner atención a tus sensaciones (la temperatura del agua, el clima afuera, la corriente), a tus emociones (qué te provoca esa experiencia, cómo se siente), reconociendo la compañía si vas con alguien o disfrutando si vas solo, etc.
Es poner tu atención en el presente.
La resistencia o no fluir, es querer que sea diferente, tener expectativas (que la temperatura sea diferente, que el sol esté menos fuerte, poderlo disfrutar más, que sea otro el que te acompañe, tener que verte bien en traje de baño, etc.)
Fluir no quiere decir me dejo llevar por el río nada más; porque, si me dejo llevar, ¿a dónde voy a llegar?
En el fluir, también le tengo que dar un poco de dirección, ya que, si solo me suelto a flotar, acabo chocando en la orilla del río o me atoro con unas piedras o caigo en una corriente más fuerte. En el fluir de la vida, dejarme llevar equivale a soltar la responsabilidad de mi vida.
¿Estás conscientemente fluyendo o dependiendo de algo o alguien para que te lleve a algún lugar?