22/02/2025
Esta es una pregunta frecuente que me hacen padres de familia durante el proceso formativo de sus hijos. Lo primero es identificar si se trata de actitud, voluntad o personalidad, porque saberlas diferencias marcarán la pauta formativa y el propósito a través del deporte.
Hay chicos muy disciplinados y esforzados en sus entrenamientos, pero pueden tener una actitud mental negativa, se quejan o son rebeldes con la autoridad.
Otros pueden tener una actitud mental positiva, pero no se les ve fuerza de voluntad, ni se sacrifican entrenando. Otros pueden tener la mejor actitud y voluntad, pero su personalidad no les ayuda a afrontar ciertos retos, como la timidez.
Si tu hijo en esencia es valiente para ciertos riesgos porque lo lleva en su sangre y en su crianza, entonces tendrá que lidiar con el autocontrol, pero si en cambio es un chico introvertido y precavido para tomar riesgos, entonces tendrá que desarrollar esa tenacidad, sin vulnerar su autoestima.
¿Te das cuenta? Conocer estos aspectos de tu hijo, te dará las claves para saber cómo orientarlos, por eso piensa siempre en formarlos, más que en la necesidad de competir e inflarles el ego, cuando lo que en verdad necesitan es madurar su carácter y perseverar en su integridad.
Si miras la actitud como una oportunidad de desarrollarle valores, entonces tus esfuerzos estarán dirigidos a enseñarles constancia, dominio propio y la humildad necesaria para descubrir qué van a lograr en su vida a través del deporte.
Disciplina, compromiso, respeto a sus autoridades y compañeros, que asuman sus decisiones y consecuencias de las mismas y no se les consienta sus caprichos, que se ganen sus añadiduras, que valoren lo que se les da, cero exigencias, solo gratitud. Que aprendan a pedir perdón de manera genuina y que la mejor actitud es cuando entrenan con amor dando lo mejor de sí mismos, con empatía y servicio a todos los de su entorno.
Jonathan Bustamante