20/05/2025
Desde la intimidad de mi ser psicóloga y desde mi ser paciente os digo..
Que el proceso es largo, porque hay quien dice que la vida es corta..
Y como saberlo??..si parece tan real que en cada persona habita un mundo, con sus tramas diversas (y traumas por cierto) dónde la constante es la danza del vivir o desvivir, mientras se "h/ondea" (palabra que describe el "sacarse de h/onda")..
Si bien el punto de encuentro donde uno se asienta, pero de a deveras, a verse, escucharse, sentirse, pensarse, deducirse, interpretarse, cacharse y muchas veces confrontarse es ahí, en ese proceso largo, pero tan corto, los 60 minutos que si bien nos va, son semanales...es en ese cuento de mil historias donde cohabitan los monstruos rehenes y los héroes que utilizan micropoderes que salvan y que le atizan a la famosa reestructura psicológica, a la famosa reparación emocional, a la famosa sanación personal..
Y es que si, no se vé igual desde el otro extremo, por eso es que el espejo se recomienda grandote, panorámico, así como es la escencia de lo que somos..o de lo que queremos ser, con ego y todo, porque claro que ese amigo si o si también tiene sus 60 minutos en la agenda..
Es entonces así, como al reacomodarse las mil formas en solo "la danza de las formas", la plenitud se empieza a asomar, y con ella todas sus bondades, y con ellas, la gratitud infinita del ser, del estar y del permanecer..porque cuando la palabra sana, cuando el espíritu y el alma sanan, las acciones y las no acciones de la vida, también sanan...
Y qué bonito es sanar y sanar y sanar..según la colita de rana, si no es hoy, será mañana..
- Yo, Auris.