25/09/2025
Debemos permitir que nuestro contacto con el mundo guíe mejor las relaciones que derivamos y las funciones que cambiamos.
Queremos permitir que nuestras mentes se guíen por una capacidad mejorada para observar y describir la relación entre nuestras acciones y el contexto en el que se producen. Notar lo que funciona y lo que no funciona, lo relevante y lo que no lo es.
Queremos permitir que nuestro pensamiento se guíe por la experiencia, la situación actual y nuestros propósitos.
Dar una nueva regla NO fortalece la habilidad de acercar el pensamiento a la experiencia. Incluso la regla de "No des reglas a tus clientes" necesita ser sensible al contexto.
Es recomendable proporcionar reglas que ayuden a los clientes a ponerse en contacto con contingencias que, naturalmente apoyaran un comportamiento efectivo y flexible.
Por ejemplo, en la activación conductual se hace énfasis en formular preguntas que le ayuden a los clientes a reflexionar sobre su experiencia, relacionando sus acciones de aislamiento e inactividad con sus efectos insatisfactorios. Del mismo modo, los estados de valores de los clientes, la exploración de oportunidades para actuar y la manera de evaluar o comprobar el éxito de los cambios conductuales siguen el mismo fundamento.
Sobre lo anterior, podrían derivarse reglas más generales sin los peligros de la sobreextención, insensibilidad o pliance.
En cambio dar la regla "necesitas hacer más actividades" podría generar insensibilidad al contexto. Y llevar a una serie de conductas menos efectivas y de mayor rigidez.
Lo anterior es una paráfrasis de un párrafo del libro Dominando la conversación clínica: el lenguaje como intervención, de M. Villatte, J. Villatte y S. Hayes.