23/06/2025
No… no es solo “un jueguito” si ya no puede parar.
Cada vez más niños están desarrollando patrones de comportamiento similares a una adicción.
Y no es casualidad.
Los videojuegos ya no solo entretienen: están diseñados para enganchar.
¿Sabías que muchos juegos incluyen:
– Recompensas aleatorias tipo “caja sorpresa”
– Conteos regresivos para “no perder la racha”
– Monedas virtuales que parecen inofensivas
– Microtransacciones que normalizan gastar sin conciencia
– Eventos limitados que generan ansiedad por “no quedarse fuera”?
Todo esto activa en el cerebro los mismos circuitos de recompensa que se activan en el juego compulsivo de apuestas.
Así como lo lees.
Y aunque no lo parezca, sí hay niños y niñas en primaria mostrando signos de ludopatía infantil:
– Irritabilidad extrema cuando se les interrumpe el juego
– Mentiras sobre cuánto tiempo llevan conectados
– Necesidad constante de jugar o pensar en el juego
– Dificultad para disfrutar otras actividades
– Gasto no autorizado en juegos o apps
No se trata de demonizar los videojuegos.
Se trata de acompañar y poner límites claros.
De enseñar a usar la tecnología, no a quedar atrapados en ella.
¿Qué puedes hacer como adulto?
– Lo más importante: No permitas juegos con mecánicas adictivas: si no es apto, no es negociable.
– Infórmate tú primero: muchos juegos parecen inofensivos pero no lo son.
– Pon horarios y reglas claras, sin acceso libre e ilimitado.
– Observa señales de enganche emocional o dependencia.
– Ofrece alternativas atractivas: el juego es una necesidad real, no desaparece con castigo.
– Acompaña: jugar con ellos es una forma poderosa de educar y conocer.
El problema no es el juego.
El problema es que muchos están jugando solos, sin guía ni contención.
MO