
31/07/2025
El cuerpo invisible 🫀💭
Todas las personas tenemos un cuerpo que no se ve.
Un cuerpo hecho de emociones.
Hoy quiero hablarte de la salud emocional en la mujer y por qué es tan importante prestarle atención.
El embarazo es una experiencia maravillosa , pero también está lleno de emociones complejas. Incluso en embarazos sin complicaciones, pueden surgir miedos, angustias, noticias devastadoras de conocidas... o simplemente el algoritmo de redes sociales que atrapa y bombardea cada instante de tu tranquilidad mental 📱.
En algunos casos, el embarazo sí presenta complicaciones. Esos problemas están descritos en decenas de libros que solo los médicos conocemos. Pero cuando una paciente vive en carne viva esas páginas que nosotros estudiamos desvelados, se forma una cicatriz emocional, una herida en ese cuerpo invisible.
En el plano físico, si alguien se fractura un hueso, acude con un ortopedista. Nadie consideraría quedarse con ese dolor sin tomar analgésicos, y mucho menos esperar que sane solo.
Pero con las emociones... muchas veces se hace exactamente eso.
Existen profesionales que dedican su vida al estudio de las emociones 🧠💬.
Y, sin embargo, cuando una mujer atraviesa un diagnóstico obstétrico difícil, muchas veces no hay seguimiento emocional.
Los médicos, a veces, olvidamos que el ser humano es mucho más que un diagnóstico.
He visto cicatrices profundas en ese plano invisible.
La mayoría de esas heridas cierran solas… pero no siempre bien.
Dejarlas sin tratar puede dejar secuelas emocionales: ansiedad, miedo, angustia, insomnio, depresión o fobias… Son solo algunas de las consecuencias que pueden aparecer tras un trauma obstétrico.
Este mensaje es una invitación a hacer conciencia sobre la salud emocional de nuestras pacientes, y también a buscar ayuda profesional cuando ocurre una de esas cicatrices.
Para que esa herida reciba los cuidados que necesita y pueda cerrar de la mejor manera posible 🧘♀️💚.
Muchas veces, después de una herida emocional, llega un bebé arcoíris 🌈, y aunque el embarazo transcurre con normalidad, no se disfruta como debería, por los muchos miedos que aún no han sanado.
Y no solo eso: una herida mal cerrada puede reflejarse en cada aspecto de nuestra vida cotidiana, afectando negativamente nuestro papel como mamá, esposa, trabajadora, jefa, hermana o hija.
Las emociones no tratadas tienen un eco silencioso… pero persistente.
Como médico, puedo ver esta carga emocional en algunas de mis pacientes.
Y sí: todo lo que haga falta para recuperar la salud emocional vale la pena: terapia, sesiones, ejercicio, segundas opiniones… y si hace falta, incluso medicación.
Gracias por leerme.
Si viviste una herida emocional, por favor: acude con un médico de las emociones.