23/03/2024
Sábado de oráculo:
Energía: Rendición
Déjalo en manos de Di-s, entona un “hágase tu voluntad”. Están ocurriendo cosas que no puedes comprender ni controlar, confía. Desenlace favorable. Tu no has hecho nada malo.
Deja de tratar de solucionarle la vida a todo el mundo, de arreglar todos los problemas y de creerte imprescindible. Deja de cargarte con exceso de trabajo o de responsabilizarte de todo. Deja de querer hacerlo todo perfecto, deja de auto exigirte y de querer controlarlo todo.
Si tu paras, el mundo sigue rodando y permites que la vida solucione los conflictos por sí misma. Sitúate como observador y permite a la perfección de la existencia desplegar su magia. Espera, no actúes. No quieras tener una solución, ríndete y ponlo en manos del Universo. Permite que este actúe con su magia y lo resuelva de modo favorable para ti. Suelta el control, no es el momento de estresarte ni de tomas decisiones.
Es el momento de fuerza receptiva yin. Si tu crees que has perdido algo, no es así, no has perdido nada, todas las experiencias serán restablecidas con mas belleza, brillo y color. Permite el renacer. Aguarda paciente, no es el momento de actuar, si no de esperar y de confiar en la vida y sus plazos.
Sientes miedo, sientes que no vas a ser capaz y es normal que sientas eso. No obstante, la vida te va a demostrar que tu puedes y vas a soltar esos miedos de una vez por todas a través de esta experiencia, convirtiéndote en alguien mas pleno y mas libre.
Es el momento de examinar donde estas poniendo tu energía. Observa tus pensamientos: ¿estás obsesionado por tener la razón? ¿Estás reviviendo viejos resentimientos en tu mente? ¿Expectativas frustradas? ¿Estas obsesionado con tus objetivos? ¿Pensando en lo que te falta para ser feliz?
Ya es hora de que pongas tu vida al servicio del Universo para convertirte en una expresión del amor en la Tierra. Déjalo todo en manos de Di-s porque tu no sabes lo que realmente te hace feliz, no percibes lo que te conviene, de modo que entona un “sí” a la Vida en manos de Di-s.
“Padre, te entrego este instante santo para que tú seas el que guíe, seguro de que tu dirección me brindará paz”