19/11/2025
Hoy quiero hacer una pausa para mirar el linaje masculino que nos acompaña.
Ese hilo invisible que une a los hombres que caminaron antes de nosotros:
sus fuerzas, sus luchas, sus silencios y sus aprendizajes.
Honrar el linaje masculino no es idealizarlo…
es reconocer que fue imperfecto, humano, lleno de historias que también nos habitan.
Cada uno hizo lo que pudo con la conciencia que tenía, y aun así, su paso abrió el camino que hoy transitamos.
Mirar este linaje es permitirnos soltar la dureza heredada, las exigencias sin nombre, las cargas que no nos pertenecen.
Es integrar la fortaleza, la presencia y el impulso que sí nos sostienen.
Es elegir una nueva forma de habitar lo masculino: más consciente, más sensible, más auténtica.
Cuando abrazamos nuestro linaje masculino con compasión, dejamos de repetir patrones y comenzamos a crear un legado diferente.
Un legado más ligero, más amoroso y más libre para quienes vienen detrás.
Hoy agradezco a todos los hombres de mi historia.
A sus pasos, sus fallas, su fuerza y su camino.
Gracias por traerme hasta aquí.
Y desde aquí, elijo transformar, sanar y caminar con más conciencia.