06/08/2025
Cuando uno ha sido infiel y lo dice a su pareja, se descarga de su responsabilidad y se la carga al otro. Su excusa es la sinceridad. Esa sinceridad destruye la relación, en esa sinceridad no hay amor, sólo miedo y culpa. La sinceridad no es un valor per se. La realidad es que la persona no aguanta su culpabilidad y quiere que el otro se haga cargo de la culpa.
¿Cómo reparar el daño que se ha hecho en caso de infidelidad?
Buscando lo que traerá más energía y lo que hará sufrir menos a la otra persona. Cada uno debe llevar y resolver él mismo el problema que ha creado, así como asumir él solo las consecuencias. Puede reequilibrar haciendo un bien al otro, en secreto, sin que lo sepa.
A menudo el que se siente la víctima de una infidelidad la ha provocado él mismo, atrapado por la historia de sus ancestros y de manera totalmente inconsciente: por un mu**to en un contexto trágico, o rechazando la vida, el s**o, la alegría de vivir, como lo hemos visto una y otra vez en las Constelaciones Familiares.
Las infidelidades muestran una presión del sistema para resolver algo. Lo más frecuente es que muestren a un excluido, por ejemplo: uno de los conjugues representa a una pareja anterior de uno de sus padres y reproduce la relación fracasada de este excluido.
En los triángulos estables cada uno tiene su rol y se necesitan todos. Por ejemplo, marido y mujer, donde la mujer hace de madre del marido, y el marido tiene una relación estable con una amante que hace de pareja. Y cada uno por su historia y desorden necesita este triángulo.
Cuando uno se hace amante de una pareja casada, esta relación sólo funcionará así: el/la amante necesita alguien que no esté completamente disponible. Y el casado sólo seguirá atraído mientras no pueda convivir con su amante…
Desde las Constelaciones Familiares podemos observar que cuando en una pareja uno de ellos tiene su corazón ocupado, la otra persona busca quien no lo tenga ocupado y se va hacia allá, ¡claro! Los celos serian decir de una manera inconsciente: "yo quiero dar por terminada la relación".
La infidelidad no forzosamente tiene que ser con otra persona puede ser por otro proyecto, otro trabajo, etc.
Pongamos el ejemplo de una pareja María y Juan, María dedica todo su tiempo a su jardín ya que le recuerda a su padre fallecido años antes, y Juan trabaja en una empresa donde conoce a otra persona con la que se empieza a relacionar. No busquemos culpables, aquí sólo es mirar que en ocasiones el otro/a (proyectos, trabajo, etc.) puede llegar a salvar la relación o puede manifestar algo que está en nuestro sistema. Pero solo nos quedemos con esta idea, vayamos más allá
Las bases de la relación de pareja
Los pilares de la relación de pareja son el amor, el dar y recibir, la sexualidad, la intimidad (o intercambio afectivo) y la convivencia.
La incompletud de nuestra vivencia de pareja es el motor de su evolución, de nuestro deseo de mejorarla y de nuestra creatividad. Al respecto Bert Hellinger dice: "Lo perfecto no ejerce ningún atractivo sobre nosotros. Descansa en sí mismo, lejos de la vida normal. Únicamente podemos amar lo imperfecto. Sólo de lo imperfecto nace un impulso de crecimiento, no de lo perfecto".
La vivencia de pareja está sometida a todos los vaivenes de la vida, y será el espejo de los conflictos sin resolver de ambas personas, o de las interferencias de sus sistemas familiares. Hellinger plantea que tanto los hombres como las mujeres buscan a su madre —alguien que les dé lo que sienten que no tuvieron—, y si en el encuentro de una pareja, ambos dicen internamente "dame, dame, dame". Esto generará decepciones.
El no tener pareja es una compensación sistémica que indica una intrincación grave, que el sistema necesita sanar y se sanará fundamentalmente gracias a la aceptación incondicional de su destino por la persona soltera.
El amor
El amor es una presencia de fondo, no es un sentimiento sino una actitud. Es la aceptación incondicional y agradecida del otro tal y como es.
Es "te tomo tal y como eres, con lo bueno y con lo no tan bueno también."
Aprendemos el amor con los padres. Todo lo que nos separe del amor incondicional a los padres se interpondrá entre nosotros y los demás. Si hubo "movimiento interrumpido del amor" hacia el padre o la madre, lo habrá también hacia la pareja.
El amor se aprende y se repara con los padres. Cuando nuestro amor hacia los padres fluya, fluirá también hacia los demás.
El enamoramiento es ciego, no permite ver a la otra persona, sólo vemos lo que necesitamos, lo que proyectamos. El enamoramiento es un impulso que no podemos controlar, que viene de lejos, viene de la necesidad de nuestro sistema familiar de sanar o compensar algo gracias a ese otro que nos atrae.
Luego con el amor a segunda vista la persona, por fin, ha descubierto como es la otra persona: alguien tan imperfecto como ella misma, que no se corresponde para nada al ideal de pareja que se había forjado. En el fondo ese ideal es siempre una proyección de la madre, ni siquiera de la madre que hemos tenido, pero sí de una madre ideal…
El amor a segunda vista es un amor adulto que toma al otro como es, y a mis necesidades como son. Y parte de estas necesidades podrán ser cubiertas por la relación, y gran parte no… Yo seguiré siendo responsable de mis carencias y de su sanación.
Las tres palabras claves del amor en la pareja son: sí, gracias, por favor.
El "sí" es para tomar al otro tal como es; el "por favor" para pedir reciprocidad en el amor, y el "gracias" por la vida en común y lo que se entrega.
¿Pero qué es lo que acaba con el amor de pareja?
Querer cambiar a nuestra pareja, o desear que cambie es faltar al amor y al respeto. Es el germen de la separación.
Idealizar a alguien es faltarle al respeto.
Los ismos matan el amor. Machismo y feminismo tienen un objetivo: el poder sobre el otro. No permiten que se desarrolle el amor, lo persiguen como a un enemigo. Y en efecto si hay amor no hay postura de poder.
Cuando entramos en rivalidad de poder con la pareja, estamos sembrando la semilla de la separación. Hemos entrado en un juego de manipulación, estamos ciegos y sin amor. No alcanzamos a ver a la otra persona. Estamos en el pasado, viviendo un rencor, resentimiento o venganza del pasado, de nuestra infancia o de nuestros ancestros. Proyectamos un antiguo patrón destructivo sobre nuestra pareja, no la vemos ni la queremos querer.
Esta bien ya estoy entendiendo pero y ¿los celos?
Los celos son un medio para alejar la culpa de uno mismo y pasársela al otro. Así, la pregunta acerca de quién se va primero no tiene ninguna importancia en relación a la culpa y las consecuencias.
Las parejas se prometen amor para toda la vida y… A veces, a pesar de la seguridad o de la intención de quererse para toda la vida, el amor se deteriora. A menudo el pasado, un mu**to, un mandato o el destino interfieren provocando que uno de los dos deja de estar disponible. Entonces la separación se transforma en destino de los dos. Es una nueva oportunidad.
La razón real de una separación viene del pasado, por destino, es un movimiento de compensación cuya comprensión nos supera por completo. En el momento de vivirla no llegamos a saber el por qué, sólo tenemos que vivirla y permitirnos vivir el duelo sin buscar culpables.
El respeto al Destino es lo que nos ha de guiar.
"Quiero y respeto lo que nos guía juntos. Quiero y respeto lo que te guía a ti; quiero y respeto lo que me guía a mí, aun cuando esto nos pueda separar."
Para conseguir hacer bien una separación, es necesario renunciar a buscar las responsabilidades. Vienen del pasado, de intrincaciones inconscientes. Además la verdad es siempre lo contrario de lo que aparenta ser como lo vemos en cada constelación…
Los ex cónyuges se dicen:
Te elegí. Te he querido mucho. Todo lo que te he dado lo hice con ganas y con placer. Me has dado mucho y te honro. En cuanto a lo que pasó entre nosotros, asumo mi parte de responsabilidad y te dejo la tuya. Y ahora te dejo, estoy libre, estás libre.
Una separación causa mucho sufrimiento. Hay que aceptar pasar por este sufrimiento, hacer el duelo de ese amor que compartimos.
Existen varios modos de evitar hacer el duelo:
• Buscar el culpable de la separación, en lugar de asumir el dolor y la realidad tal y como es.
• Enfadarse con el que se ha marchado o ha mu**to; frecuente en los niños.
• Autocompasión, en la que uno no ve más que a sí mismo.
• La decisión interior está tomada pero no asumida. La visita a varios terapeutas permite confirmar de nuevo que las cosas no pueden seguir así, pero en vez de actuar, la terapia de pareja permite que la pareja se rebele contra los terapeutas en vez de contra sí mismo.
• Permanecer juntos en el malvivir, durante mucho tiempo, aunque la relación haya terminado.
Frecuentemente la persona que va a decidir la separación – por su intrincación - va a sufrir mucho previamente para, inconscientemente, poder estar justificada, tener la consciencia tranquila en el momento de decidir separarse.
Lo oportuno es reconocer que uno de los dos se aleja, que ha rechazado algo y asume la responsabilidad, a la vez que reconoce que lo que ha vivido ha sido bello y dice ahora te dejo tranquilo, me voy.
El que decide separarse compensa al otro dejándole los hijos y la casa.
La segunda pareja es a menudo una pareja de transición. Este enamoramiento ayuda a culminar la separación con la primera pareja, cuando esta separación es especialmente difícil.
Los amores pasionales suelen permiten revivir conflictos y bloqueos infantiles, totalmente reprimidos en la etapa anterior, que resurgen con fuerza hasta que las personas se percatan de la imposibilidad de la satisfacción de esos deseos tan devastadores. En efecto el marco ya no es el de la infancia, el otro no es mi papa ni mi mamá. El principio de realidad se vuelve a imponer y la oportunidad de crecimiento también.
La separación debe ser la oportunidad para ambos de un crecimiento, de una nueva oportunidad, de una nueva felicidad para que el sufrimiento no haya sido en vano.
Donde hay reparación desaparece la culpa.
Perspectiva:
Bert Hellinger, en su libro La simetría oculta del amor, tiene una interesante explicación sobre la dinámica de los celos: la persona celosa desea inconscientemente que la pareja se vaya.
Desde esta mirada, el origen de los conflictos de una persona no es visto de manera individual, sino por un orden sistémico generado por su histórico familiar.
Dinámica de los Celos
Según Hellinger, algunas de las dinámicas sistémicas inconscientes que nos llevan a repeler a nuestras parejas son:
- Para confirmar una antigua creencia de que no merecemos el amor, por ejemplo, o de que causaremos infelicidad. Ciertas personas tienen miedo de ser abandonadas e inconscientemente, se apartan de las parejas. Crean lo que recelan, como si el abandono fuese preferible a la separación voluntaria.
- Para ser fiel a las creencias y ejemplos de la familia: actuar como actuaron los padres cuando no conseguían aceptarse plenamente, cuando se separaron o cuando uno de ellos falleció en el comienzo de una relación.
- Para operar una identificación inconsciente con otra persona perjudicada por el sistema. Por ejemplo, una mujer no se casó porque tenía que cuidar de los padres ya ancianos. Su joven sobrina se identificó inconscientemente con ella y tampoco se casó.
- Para cumplir una obligación personal. Un hombre abandonó a su antigua familia para asumir la actual relación. La segunda esposa, muy encelada, quiso abandonarlo también. En la relación de ayuda sincera y profunda, percibió claramente que se sentía obligada para con la primer familia del marido, solidaria con ella. Esto es, en este caso, el celo no surge debido a los actos del marido, y si, del secreto reconocimiento de su deuda para con la antigua pareja.
Des-ocultar estas dinámicas, tomando conciencia de nuestro papel en el sistema familiar, nos permiten dejar de actuar como coadyuvante de ciertos conflictos. En otras palabras, al comprender como nuestra historia personal está contaminada por las repeticiones de un conflicto generacional no resuelto, decidimos no repetirlo, re-definiendo nuestra posición en el sistema familiar.
La mejor manera de disminuir la intensidad de los celos es dejar de interpretarlo como un drama y comenzar a expresarlo y trabajarlo como una experiencia de sufrimiento emocional que es posible transformar.
Para lo cual será necesario ser honesto con uno mismo, y abrirse con el otro de manera simple y sincera, porque la sinceridad es en sí un antídoto del deseo de manipular y controlar al otro. Al conversar con nuestra pareja sobre la experiencia de los celos dejaremos de usar nuestro sentimiento como un arma de defensa o de ataque para mantener a nuestra pareja bajo control.
Si usamos los celos como un medio de controlar a nuestra pareja, acabaremos apartándolo cada vez más de nosotros. Pero es importante no negarnos nuestros sentimientos, pues al ocultarlos seremos nosotros quienes naturalmente nos aislaremos, causando un mal aún mayor, pues cuanto más nos apartamos, más nuestros celos tenderán a crecer. Lo mejor es buscar ayuda para mejorar nuestra auto-estima y re-conectar con la realidad de quienes somos en verdad: hijos de Dios creados a su imagen y semejanza.
La des-valorización de sí mismo es una de las causas más importantes de los celos intensos. Las personas que desean crecer y desarrollarse, no temen a sus conflictos emocionales y saben que a partir de ello, es posible avanzar en el proceso de auto-conocimiento.
Cuando expresamos nuestras experiencias emocionales con la intensión de profundizar nuestras relaciones, cultivaremos sinceridad y honestidad, actitudes básicas para crecer en el amor sano y maduro.
Trabajo Personal
Para quien siente que los celos atrapan su vida:
-Comienza por percibir cuándo y cómo surgen los celos.
-Observa como quien levanta datos para una investigación científica, como reaccionas cuando surgen los celos. Al hacer eso, gradualmente dejarás de tener reacciones exageradas, pues al observarte a ti mismo estarás aprendiendo una mirada sana, capaz de discernir entre imaginación y realidad.
❝𝙊𝙟𝙖𝙡𝙖́ 𝙉𝙤 𝙎𝙚 𝙏𝙚 𝙋𝙖𝙨𝙚 𝙡𝙖 𝙑𝙞𝙙𝙖 𝙎𝙞𝙣 𝙀𝙡 𝙂𝙪𝙨𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝘾𝙤𝙣𝙤𝙘𝙚𝙧𝙩𝙚...❞
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