13/06/2022
Charlie Brown es un claro ejemplo de una persona con pensamiento pesimista, de buen corazón y rodeado de amistades que impiden caiga en la desesperanza total.
Snoopy, su mascota y amigo incondicional, le da la paz que brinda el apego seguro, la inspiración de ver a alguien celebrando la vida, y la dicha de poderse compartir sin ser juzgado.
Él mismo, a su vez, a pesar de su pesimismo y dolor, se sabe importante para las y los demás, y le brinda dicha poder ayudar, ser generoso y altruista. Siempre desde la prosocialidad, busca darle un sentido a su vida.
Charlie Brown, con el debido apoyo psicológico (no el de Lucy, que "brindaba apoyo" sin estudios y sólo por sacar dinero a las personas desesperadas y crédulas de cualquier letrero en madera), puede identificar ese pensamiento pesimista, los patrones que le llevan a la depresión y ansiedad, para ponerles fin y entrenar su mente para nuevas formas de interpretación e interacción en el mundo.
Lo difícil es que quiera ir por propio pie, y no se deje convencer por sus pensamientos que seguro le dicen "eso no sirve, es falso" o "a tí ya nada ni nadie te puede ayudar, ya lo intentaste todo". Si Charlie Brown no junta la claridad mental y voluntad necesaria para asistir, lo mejor sería que sus amistades le acompañen, le lleven.
A veces, lo único que podemos hacer por nuestra salud mental es rodearnos de la gente adecuada. Y, después, trabajar en nosotrxs mismxs para volvernos la persona adecuada para alguien más 😉