01/08/2025
UNA MIRADA DESDE:
Psic. Carlos Santamaría García.
LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN EN LA PAREJA:
En toda relación de pareja, la comunicación no es solo el puente que une a dos personas, sino también el espejo donde se proyectan sus deseos, temores, heridas y mecanismos de defensa. No hablamos únicamente del intercambio verbal, sino del entramado profundo de silencios, gestos, evasiones, palabras cargadas de historia y emociones no resueltas. Desde un enfoque psicológico-analítico, la forma en que nos comunicamos con nuestra pareja está íntimamente relacionada con nuestras experiencias tempranas de apego, con la manera en que aprendimos a vincularnos, amar, reclamar y protegernos.
Cuando una pareja discute por "tonterías", muchas veces no está peleando por los platos sin lavar o los mensajes no respondidos, sino por lo que esos actos representan simbólicamente. Puede ser la sensación de no ser visto, no ser valorado o no ser importante. En el fondo, se activan heridas primitivas que tienen más que ver con la infancia que con la relación actual. Es aquí donde la comunicación se convierte en un campo minado: lo que se dice no siempre es lo que se quiere expresar, y lo que se escucha no siempre es lo que se quiso decir.
En parejas donde la comunicación falla, suelen estar presentes mecanismos defensivos como la proyección (atribuir al otro lo que no quiero ver en mí), la idealización/desvalorización (ver al otro como salvador o enemigo), o la evitación emocional (callar para no entrar en conflicto, aunque el conflicto crezca en silencio). La palabra entonces se distorsiona, se esconde o se convierte en arma.
Una comunicación madura implica poder decir "esto me dolió", sin atacar; implica escuchar sin responder a la defensiva, y sostener el diálogo incluso cuando aparecen emociones incómodas. Pero eso no siempre es fácil: muchas veces no aprendimos a hacerlo, o nunca nos enseñaron que también se puede amar hablando claro.
Desde la psicoterapia, especialmente en un contexto analítico, se puede explorar cómo se configura este estilo comunicacional: qué modelos se repiten, qué heridas se reactivan en la dinámica con la pareja, y cómo resignificar el vínculo desde un lugar más consciente y auténtico. El trabajo terapéutico permite reconocer esos patrones inconscientes que sabotean el diálogo y generar nuevas formas de encuentro emocional más saludables.
REFLEXIÓN FINAL:
Atender los problemas de comunicación en terapia no es señal de fracaso, sino de compromiso con el vínculo y con uno mismo. La pareja no solo es un refugio afectivo, sino también un escenario donde se proyectan nuestros mayores retos emocionales. Y para construir un amor consciente, primero hay que aprender a comunicarse con honestidad, vulnerabilidad y responsabilidad emocional. Ahí es donde la terapia puede ser no solo un espacio de sanación, sino de reencuentro.
"Por más difícil que creas que es tu situación, siempre habrá una solución a tu problema".
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