
10/05/2025
Es crucial para el desarrollo psíquico del bebé. Se refiere a la capacidad de sintonizar con las necesidades emocionales del niño, regular sus emociones y proporcionar un ambiente seguro donde se sienta comprendido. Esta función implica una interacción relacional que va configurando un “afuera” acogedor y amable, donde el bebé se sienta parte del entorno y el entorno se adapte a sus necesidades.