09/04/2025
Exacto
Yo no soy psiquiatra infantil, soy psiquiatra de adultos, pero, me llegan Margaritas, que fueron "disciplinadas" a gritos o golpes, y que hoy en día teniendo ya 20, 30 o más, no saben manejar sus emociones, gritan, patalean o agreden como si tuvieran 3 años. O peor aún... no marcan límites porque aprendieron que sus emociones no son importantes.
Ayudemos a los peques a madurar adecuadamente.
Me tocó ver un berrinchazo en el aeropuerto de la ciudad de Monterrey. Eran las doce de la noche, afuera hacía frío.
La protagonista: una niña de unos cuatro años, supongamos que se llama Margarita. Su mamá y su papá, con toda razón querían ponerle su chamarra antes de salir. Margarita no quería. Trataron de explicarle… no entendió. Cruzó los bracitos y puso cara de “a mí no me ponen nada”, con trompa y todo.
Sus papás, con toda razón (para eso son adultos y toman decisiones), la abrigaron de todos modos. Hicieron bien, nada más faltaba, pero ahí empezó el drama. Margarita daba de gritos como si la estuvieran matando y se tiró al suelo a patalear como Chabelo (los de mi generación saben cómo), pero la chamarra quedó bien puesta, a pesar de los esfuerzos de la niña por quitársela.
No hubo regaños, gritos, nalgadas, amenazas, trancazos ni nada violento. Tampoco el abandono de dejarla ahí tirada y sola en el piso “hasta que se le pase”.
Mamá tomó a la niña en brazos, la acarició y la contuvo hasta que los berridos se convirtieron en pucheros.
Luego los vi afuera. Hacía frío. Margarita dormía tranquila en los brazos de papá. Pasó la tormenta.
Esos son los berrinches, tormentas en el interior de un niño que, por cansancio, frustración o lo que sea, no puede manejar sus emociones. La violencia en cualquier forma, incluyendo el abandono, no son la respuesta.
Felicito a los papás de esa niña del aeropuerto, quienes quiera que sean, que no los conozco. Aplausos, lo hicieron muy bien.
Así se contiene un berrinche.