30/07/2025
A veces parece fácil desde fuera.
Como si un día simplemente abrieras los ojos y dijeras: “Hasta aquí.”
Como si de repente dejaras de esperar un mensaje, dejaras de justificar, dejaras de romperte por alguien que no sabe lo que quiere.
Pero no.
No fue así.
Antes de llegar ahí, ella pasó por todos los ciclos.
El de la duda, el de la ilusión, el del silencio que duele más que cualquier palabra.
Se preguntó mil veces si estaba pidiendo demasiado, si debía esperar un poco más, si tal vez el problema era ella.
Se adaptó. Se tragó lo que necesitaba.
Llamó “paciencia” a su ansiedad, y “flexibilidad” al miedo de perderlo.
Quería que funcionara, aunque tuviera que negarse a sí misma en el intento.
Hasta que algo dentro de ella se quebró.
No con odio, no con drama.
Con cansancio. Con verdad.
Y ahí empezó lo real.
Empezó a mirar hacia adentro.
A preguntarse por qué dolía tanto soltar lo que claramente no la elegía.
A descubrir que lo que más le dolía no era perder al otro…
sino lo que había estado perdiendo de sí misma.
No fue mágico, no fue rápido, no fue lineal.
Hubo retrocesos, recaídas, noches donde casi manda ese último mensaje.
Pero también hubo pequeños despertares.
Momentos en los que eligió ponerse primero.
Instantes en los que, aunque temblando, dijo “no más”.
Y cada paso la acercó un poco más a esa paz.
A esa versión de ella que ya no ruega ser elegida,
porque aprendió a elegir(se).
Hoy camina diferente.
No porque ya no le duela nada, sino porque ahora se escucha.
Ya no necesita decodificar mensajes, ni justificar ausencias.
Ya no confunde la confusión con interés.
Ahora lo tiene claro:
quien no puede ofrecer claridad, no está listo para su amor.
Y llegar ahí no fue suerte.
Fue trabajo. Fue coraje. Fue amor propio… del verdadero.
✨ Porque sanar no es olvidar lo que viviste.
Sanar es mirar hacia atrás con compasión,
y reconocer todo lo que hiciste para volver a ti.
🔸 Y si tú también estás en ese camino,
quiero recordarte algo: no tienes que hacerlo sola.
En esta cuenta .marycarmen siempre estoy creando herramientas, talleres y espacios para ayudarte a trabajar en ti.
Porque sí… se puede. Y sí, vale la pena.