25/11/2021                                                                            
                                    
                                    
                                                                        
                                        LA IMPORTANCIA DEL PARTO VAGINAL.
Los bebés nacen por la va**na mirando al ano y esto no es casualidad. Aunque existen presentaciones diferentes, los bebés pasan sus ojos, nariz y boca en contacto directo con áreas que contienen gran concentración de bacterias.
—Recuerda algo: la va**na no es estéril—
Las bacterias con las cuales entra en contacto el bebé durante el parto va**nal, tienen un impacto muy importante en la salud de los bebés.
Numerosos estudios sugieren que los bebés que nacen por vía va**nal (y que posteriormente son lactados exclusivamente por mínimo de seis meses) poseen una microbiota intestinal más variada y distinta a los bebés que nacen por cesárea. 
Estos primeros colonizadores bacterianos son de vital importancia para el sistema digestivo, y el desarrollo inmunológico del bebé.
En un estudio, se encontró que las personas nacidas por cesárea tenían mayor probabilidad de desarrollar asma, trastornos del tejido conectivo, artritis juvenil, enfermedad inflamatoria intestinal, deficiencias inmunes y leucemia.
Esto ha llevado a la comunidad científica a crear conciencia sobre la importancia del parto va**nal y no sólo eso, actualmente se estudian métodos para poder exponer a estos bebés nacidos por cesárea, a las mismas bacterias a las cuales serían expuestos si nacieran por vía va**nal. 
¿Y cómo lo están haciendo? 
Los científicos han desarrollado una técnica llamada "Siembra va**nal" y consiste es la administración de bacterias va**nales de la madre a los bebés después del parto por cesárea, con la intención de imitar la exposición microbiana que ocurre durante el parto va**nal. 
Para la siembra va**nal, los médicos colocan hisopos de gasa en la va**na de la madre, y después de la cesárea la frotarán con los hisopos por todo el cuerpo, incluidos el rostro, los ojos y la boca del bebé. 
DOI: 10.1111/1471-0528.15979
DOI: 10.1542/peds.2014-0596
DOI: 10.1038/nm.4039