17/11/2025
A veces el cansancio emocional no viene de un gran golpe… sino de todas esas pérdidas cotidianas que la vida te fue imponiendo sin darte oportunidad de procesarlas.
🧳 Nadie nos explicó que una mudanza también es despedirse de una versión de uno mismo o que jubilarse no sólo libera tiempo… también enfrenta al vacío de la incertidumbre y de lo nuevo después de una vida en una rutina.
O, por otro lado, que perder un trabajo no es solo actualizar un CV, es también perder un ritmo, un lugar, una identidad que sostenía más de lo que imaginabas. 📉
💸 Tampoco nos explican que una pérdida económica puede sentirse como un derrumbe interno o que la enfermedad trae consigo para quien la padece y para su familia duelos que casi nunca se nombran o que perder nuestro hogar por una separación reorganiza nuestro mundo interno completo y que cuando muere una mascota… se rompe un lazo afectivo tan profundo como cualquier otro.
Son pérdidas “pequeñas” solo para quienes nunca las vivieron o para el observador que logra una distancia emocional de ellas, pero para el sujeto que la vive esas fracturas mínimas dejan un eco que se acumula y se manifiesta en formas inesperadas: desgaste, irritabilidad, nostalgia sin motivo, esa sensación rara de estar “fuera de ti”. 🥺
🔝 Lo que no parece grave para el mundo puede ser decisivo para la historia emocional de alguien y validar esas pérdidas no es exagerar… es permitir que algo finalmente encuentre su lugar y palabras para simbolizarlo.
Reinventarse es posible… permítete reconocer que tu dolor cotidiano también merece ser escuchado. 💫
🗃️ Guárdalo si alguna vez sentiste que “te afectaba más de lo esperado”. Compártelo con quien todavía no entiende por qué está cansado… sin tener “un gran motivo”.
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