06/06/2025
Consecuencias de la improvisación de torniquetes para el control de hemorragia.
La improvisación de torniquetes para el control de hemorragias, en lugar del uso de dispositivos comerciales diseñados específicamente, conlleva riesgos clínicos significativos y una eficacia inferior. La literatura médica actual muestra que los torniquetes improvisados suelen ser menos efectivos para detener el sangrado arterial en comparación con los torniquetes comerciales, lo que puede resultar en un control inadecuado de la hemorragia y, por ende, en mayor mortalidad.[1][2] Además, los torniquetes improvisados tienden a ser más estrechos y aplican presiones más altas y focalizadas, lo que incrementa el riesgo de daño tisular, dolor, lesiones nerviosas y síndrome compartimental.[1][3]
El uso de materiales no diseñados para este fin puede provocar lesiones por compresión, necrosis tisular, parálisis nerviosa y, si la evacuación es prolongada, incluso amputación evitable y complicaciones metabólicas sistémicas, como el síndrome de isquemia-reperfusión y daño a órganos distantes.[4][3][5] La evidencia también indica que la falta de entrenamiento en la aplicación de torniquetes, ya sean comerciales o improvisados, se asocia con tasas inaceptablemente altas de fallos en el control efectivo de la hemorragia, lo que subraya la importancia de la formación adecuada.[6][2]
En resumen, la improvisación de torniquetes aumenta el riesgo de complicaciones locales (daño nervioso, necrosis, infección, síndrome compartimental) y sistémicas (fallo orgánico secundario a isquemia-reperfusión), y es menos eficaz para controlar hemorragias graves en comparación con los dispositivos comerciales aprobados y aplicados por personal entrenado.[4][1][3][2][5] Por ello, las guías actuales recomiendan el uso de torniquetes comerciales de ancho adecuado y desalientan la improvisación, salvo en situaciones extremas donde no exista otra alternativa.[1][2]
Bibliografía 📚
🔹 1. 2024 American Heart Association and American Red Cross Guidelines for First Aid. Hewett Brumberg EK, Douma MJ, Alibertis K, et al. Circulation. 2024;150(24):e519-e579. doi:10.1161/CIR.0000000000001281.
🔹 2. Initial Care of the Severely Injured Patient. King DR. The New England Journal of Medicine.2019;380(8):763-770. doi:10.1056/NEJMra1609326.
🔹 3. Complications Associated With Prolonged Tourniquet Application on the Battlefield. Dayan L, Zinmann C, Stahl S, Norman D. Military Medicine. 2008;173(1):63-6. doi:10.7205/milmed.173.1.63.
🔹 4. Tourniquet-Induced Ischemia Creates Increased Risk of Organ Dysfunction and Mortality Following Delayed Limb Amputation. Rowe CJ, Walsh SA, Dragon AH, et al. Injury. 2023;:S0020-1383(23)00179-1. doi:10.1016/j.injury.2023.02.047.
🔹 5. Who Needs a Tourniquet? And Who Does Not? Lessons Learned From a Review of Tourniquet Use in the Russo-Ukrainian War. Butler F, Holcomb JB, Dorlac W, et al. The Journal of Trauma and Acute Care Surgery. 2024;97(2S Suppl 1):S45-S54. doi:10.1097/TA.0000000000004395.
🔹 6. Missing Expectations: Windlass Tourniquet Use Without Formal Training Yields Poor Results. Dennis A, Bajani F, Schlanser V, et al. The Journal of Trauma and Acute Care Surgery. 2019;87(5):1096-1103. doi:10.1097/TA.0000000000002431.