18/01/2021
Se le puede sumar: mareos, sudoración, miedo constante o a tal grado que nos va quitando la capacidad de disfrutar, sensación de inseguridad, imaginar o esperar lo peor de las situaciones. Dependerá de cada persona como se manifiesta la ansiedad, además puede ir de la mano con otros malestares como la depresión, etc.
Es necesario aprender a reconocer en nuestro cuerpo cuando algo nos preocupa, así como el hilo de nuestros pensamientos de alarma. También aceptar que el miedo puede ser una reacción natural; sin embargo nos hacemos daño si decidimos estancarnos cargando y acumulando preocupaciones por nuestra única cuenta. En lugar de eso, podemos hablarlo con alguien de confianza, darle un espacio a nuestra mente haciendo ejercicios de respiración o meditación, externarlo por medio de alguna actividad (artística, deportiva, etc). Pensar en como podría yo aportar reconociendo mis alcances y mis propios límites, decidiendo si será algo en lo cual buscaré tener efecto o de lo contrario, algo que decido no ocuparme (aun y con lo que se me dificulte).
::: De Raíz :::
Atención Psicológica
Psicoterapia 👥presencial y 💻en línea.
CITAS: por MD o al 811 228 3348
Si avanzamos un paso a la vez, seguro se alcanza el bienestar.