14/05/2025
Esta radiografía no está editada. Es una imagen real que muestra cómo los huesos, que son iguales en todos los cuerpos, tienen que cargar con una masa mucho mayor en casos de obesidad severa. Pero el daño no se queda solo en las articulaciones: la columna se comprime, las caderas se deforman, el corazón trabaja al límite y órganos como el hígado y el páncreas empiezan a fallar. La obesidad no es simplemente una cuestión de estética o de “huesos anchos”. Es una enfermedad crónica, compleja y peligrosa, que puede disparar el riesgo de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
No se trata de estigmatizar, sino de visibilizar. Cada kilo de más representa una carga extra que tus órganos y huesos deben soportar día tras día. La buena noticia es que es prevenible y tratable. Si estás luchando con tu peso, no lo enfrentes solo: busca apoyo profesional, haz pequeños cambios sostenibles y prioriza tu salud antes que la perfección estética. Porque no se trata de cómo te ves frente al espejo… se trata de cómo te sientes y de cuánto puedes mejorar tu calidad de vida.