11/09/2025
𝐋𝐚 𝐢𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐧𝐢𝐧̃𝐨 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐚𝐛𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐚𝐩𝐚́ 𝐞𝐬 𝐭𝐚𝐱𝐢𝐬𝐭𝐚 🚖 𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐢𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐩𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 💑.
Aún recuerdo cuando mi hijo decía con orgullo:
—“Mi papá siempre tiene dinero 💵, me gusta que sea taxista porque él siempre trae dinero en el taxi”.
Yo no le decía nada, pero por dentro me tragaba la saliva y hacía un glup 😔, porque él no sabía realmente lo que significaba ganarse ese dinero. Claro… me gustaba que me dijera que era su superhéroe 🦸♂️.
El tiempo pasó… ⏳
Entró a secundaria, luego a bachillerato y un día me dijo:
—“Papá, ¿por qué eres taxista?” 🚕
Pero ya no con ternura, sino con un tono hiriente 💔.
Yo solo le respondía:
—“Hijo, es lo que pude lograr… no había trabajo para mí, pero gracias a este oficio te pude dar escuela 🎓”.
Me dolía cuando me decía que sus amigos le preguntaban por qué su papá era taxista. Sí, me dolía… pero también confiaba en que la vida misma se encargaría de enseñarle otras cosas 🙏.
Y así fue… Pasaron los años, terminó su carrera 🎓 y consiguió un empleo. Ahí se dio cuenta de la realidad del mundo laboral: los sacrificios, el esfuerzo, lo difícil que es mantener la constancia 💼. Fue entonces cuando ya no me juzgó, porque ahora lo entendía.
Un día me miró a los ojos y me dijo:
—“Papá, gracias porque nunca te diste por vencido 🙌. Qué bonito oficio tan constante, de ese taxi me diste estudios y un futuro. Estoy agradecido contigo ❤️”.
Qué sorpresas da la vida ✨, qué cambios tan inesperados nos regala 🙌.
Por eso aprendí que nunca debemos desmeritar lo que hacemos ni de dónde venimos 💪. Al final, la vida siempre da giros, y el enfoque lo cambia todo 🔄.