
21/06/2025
📌 "No estás fallando, estás sobreviviendo a tus propios estándares."
¿Cuántas veces te has sentido insuficiente solo por no cumplir con tus propias expectativas? A veces creemos que estamos fallando, pero en realidad estamos cargando con estándares que ni siquiera son realmente nuestros.
🧠 Esta frase nos invita a reflexionar:
— ¿De dónde vienen esos estándares?
— ¿Quién me enseñó que "esto" es lo mínimo aceptable?
— ¿Qué tanto me presionan en mi día a día?
Muchos de nosotros crecimos en contextos que premiaban el rendimiento, la perfección o el control. Sin darnos cuenta, convertimos esas exigencias en reglas internas. Y cuando no las cumplimos... aparece la culpa, la ansiedad y, muchas veces, la procrastinación. Porque si no puedo hacerlo perfecto, mejor no lo empiezo.
💡 Aquí van 3 ideas para empezar a soltar esa creencia:
Identifica de quién son realmente esos estándares.
Pregúntate: ¿esto lo exijo yo o lo aprendí de alguien más?
Redefine qué significa "hacerlo bien".
A veces "suficiente" es mucho más sano y sostenible que "perfecto".
Trata con compasión a tu yo que evita.
Si estás postergando, no es flojera: es miedo o agotamiento. Escúchate.
✨ Estás haciendo lo mejor que puedes con lo que tienes.
No estás fallando. Estás resistiendo. Y eso también merece reconocimiento.