
30/09/2025
Las emociones se manifiestan en el cuerpo a través de sensaciones y cambios físicos involuntarios como la opresión en el pecho, las "mariposas en el estómago" o las manos sudorosas, producto de la activación del sistema nervioso y la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina. El cuerpo y la mente están intrínsecamente conectados, y esta conexión nos permite interpretar estas señales corporales para comprender y gestionar nuestras emociones.
Ejemplos de sensaciones emocionales:
Miedo o ansiedad: Puede generar un n**o en el estómago, taquicardia, respiración agitada o sudoración.
Alegría o felicidad: Puede sentirse como ligereza en el cuerpo o "ganas de volar".
Ira: Puede causar una sensación de opresión en el pecho, ganas de gritar o puños cerrados.
Tristeza: Se puede sentir como una opresión en el pecho o dificultad para respirar.
La conexión mente-cuerpo:
Activación del sistema nervioso:
Las emociones provocan una respuesta en el cerebro que activa el sistema nervioso simpático, liberando hormonas de estrés como la adrenalina y el cortisol.
Cambios fisiológicos:
Estas hormonas preparan al cuerpo para la supervivencia, aumentando el ritmo cardíaco, la respiración y la tensión muscular.
Impacto a largo plazo:
La preocupación o el estrés crónico pueden llevar a un estado de alerta continuo, lo que a la larga puede tener efectos negativos en la salud, como problemas digestivos, cardiovasculares o la caída del cabello.
¿Cómo conectar con las emociones a través del cuerpo?
Reconoce las sensaciones:
Presta atención a las señales que te envía tu cuerpo, como la opresión, el n**o en el estómago o la tensión muscular.
Nombra la emoción:
Una vez que identifiques la sensación, intenta ponerle un nombre a la emoción que la está causando.
Busca el origen:
Reflexiona sobre las situaciones o pensamientos que pudieron desencadenar esa emoción.
Aprende a gestionar:
Reconocer las emociones en el cuerpo es el primer paso para poder gestionarlas y así promover un bienestar general.
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