15/02/2023
Quasimodo era un joven de gran tamaño y fuerza que presentaba una malformación en su columna vertebral. Asombrado por un vídeo que vio en TikTok, llamó a un centro holístico donde, supuestamente, le corregirían sus deformidades.
—¿Sois fisioterapeutas? —preguntó.
—No, pero somos expertos en manipulaciones.
—¿Pero tenéis título universitario? —insistió.
—No.
—¿No sois profesionales sanitarios y tratáis lesiones? Pues sí, sí que sois expertos en manipular…
Decepcionado, Quasimodo acudió a su hospital de referencia donde le diagnosticaron Mal de Pott, un tipo de artritis tuberculosa. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, y derivado, posteriormente, al servicio de rehabilitación. Allí conoció a Esmeralda, su fisioterapeuta. Con ella aprendió a reajustar cargas, no huesos, y que a pesar de sus deficiencias debía centrarse en sus capacidades. Desde entonces, a Quasimodo se le puede ver por las calles de París haciendo ejercicio a diario, incluso hay quién afirma haberle visto trepando por las mismísimas torres de Notre Dame.