09/05/2025
El ácido linoleico, un ácido graso omega-6 presente en aceites de semillas como el de soja y el de cártamo, favorece específicamente el desarrollo del subtipo de cáncer de mama "triple negativo", difícil de tratar, según un estudio preclínico dirigido por investigadores de Weill Cornell Medicine.
En el estudio , publicado el 14 de marzo en Science, los investigadores descubrieron que el ácido linoleico puede activar una importante vía de crecimiento en las células tumorales al unirse a una proteína llamada FABP5. Al comparar los subtipos de cáncer de mama, el equipo observó que la activación de esta vía de crecimiento ocurre en células tumorales triple negativas, donde la FABP5 es particularmente abundante, pero no en otros subtipos sensibles a las hormonas. En un modelo murino de cáncer de mama triple negativo, una dieta rica en ácido linoleico potenció el crecimiento tumoral.
El ácido linoleico omega-6 es un nutriente derivado de la dieta que se considera esencial en los mamíferos para apoyar múltiples procesos corporales. Sin embargo, la abundancia de esta grasa en las dietas occidentales ha aumentado significativamente desde la década de 1950, coincidiendo con el mayor uso de aceites de semillas en alimentos fritos y ultraprocesados. Esto puede ser una de las explicaciones del aumento de las tasas de ciertas enfermedades, como el cáncer de mama.
Un hallazgo inicial clave fue que el ácido linoleico efectivamente activa mTORC1 en modelos celulares y animales de cáncer de mama, pero solo en subtipos triple negativos. Los científicos descubrieron que este efecto específico del subtipo se produce porque el ácido graso poliinsaturado forma un complejo con FABP5, que se produce en altas concentraciones en tumores de mama triple negativos, pero no en otros subtipos, lo que conduce al ensamblaje y la activación de mTORC1, un importante regulador del metabolismo celular y del crecimiento de las células cancerosas.
"La señalización FABP5-mTORC1 puede tener un papel más amplio en otros tipos de cáncer e incluso en enfermedades crónicas comunes como la obesidad y la diabetes", afirmó el primer autor del estudio, el Dr. Nikos Koundouros.