17/04/2025
Como psicóloga y mujer trans, quiero pronunciarme sobre la reciente decisión en Reino Unido de limitar el reconocimiento legal de las mujeres solo a quienes nacieron con cuerpos considerados “femeninos” al nacer. Esta medida no solo excluye a las mujeres trans: refuerza una visión peligrosa de la biología como destino.
La socióloga Patricia Hill Collins habla de 14 ejes de desigualdad estructural que atraviesan a las personas: género, clase, raza, orientación sexual, nacionalidad, edad, religión, discapacidad, lengua, estética corporal, nivel educativo, etnia, ubicación geográfica y posición laboral.
Lo que está pasando en Reino Unido refuerza varios de estos ejes al mismo tiempo:
• Género y s**o: Se impone una definición biológica y reduccionista de lo que es ser mujer.
• Cuerpo/estética: Se descarta la identidad de las personas trans por no tener cuerpos “normativos”.
• Educación y lenguaje: Se criminaliza el uso de términos como “mujer cis”, que solo buscan describir una vivencia distinta, no eliminar a nadie.
• Clase y acceso: Las mujeres trans, muchas veces con menos acceso a salud, justicia y seguridad, son aún más marginadas con estas políticas.
Este tipo de leyes no protegen a nadie. Al contrario: alimentan el miedo, la exclusión y la desigualdad. Lo más grave es que se están usando ideas que el feminismo ha intentado desmontar por años: que la biología define tu lugar en el mundo.
Esto no es un debate de ideologías. Es una pregunta urgente por la justicia social.
Desde la interseccionalidad, nombrar las diferencias no divide: visibiliza, contextualiza y permite transformar. Porque el género, como todos los ejes de desigualdad, no se vive igual para todas.
Yo no quiero borrar a nadie. Quiero que todas podamos vivir con dignidad. 🏳️⚧️🦋💜