20/04/2023
Les comparto: Yo Soy Tú Síntoma.
¡Hola! Yo tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue...
Me he ofrecido cómo voluntario para el peor trabajo posible: Ser el portador de noticias poco gratas para tí.
Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder Tús planes de Vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles.
Y No!!! Eso sería un completo disparate.
Yo, el Síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas, que entiendas.
A ver, dime algo, ¿Tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de “Paz” impreso en la espalda?¿No verdad?
Entonces, por qué no comprendes que Yo, el Síntoma, no puedo ser “sutil” y “suavecito” cuando debo darte el mensaje.
Me golpeas, me odias, con todo el Mundo te quejas de mí, de mí presencia en Tú cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mí presencia.
Solo te escucho decirme: “Cállate”, “vete”, “te odio”, “maldita la hora en que apareciste”, y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero Yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.
¿Qué haces Tú?
Me mandas a dormir con medicinas.
Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias.
Intentas días con día, taparme, sellarme, callarme.
Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para qué de forma “mágica” Yo me vaya de Tú cuerpo.
Y Yo, cuándo mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.
Imagínate que soy ésa alarma con sirena en el Titanic, ésa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas a chocar y hundirte.
Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar Tú Vida, y Tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme.
¿Vas comprendiendo?
Para tí, Yo el Síntoma, soy “La Enfermedad”
Que cosa más absurda, no confundas las cosas.
Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas.
Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento, sólo para callarme.
Yo No Soy la enfermedad, Soy el Síntoma.
¿Por qué me callas, cuando Soy la única alarma que está intentando salvarte?
La enfermedad, “eres Tú”, “es Tú estilo de Vida”, “son Tús emociones contenidas”, eso sí es la enfermedad.
Y ningún médico aquí en el planeta Tierra, sabe como combatir enfermedades.
Lo único que hacen es combatirme, combatir él síntoma.
Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que Tú no me veas.
Y sí, está bien si ahora que lees ésto, te sientes un poco molesto, sí.
Ésto debe ser algo como un “golpazo a Tú inteligencia”.
Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado.
Yo puedo manejar Tús procesos bastante bien, y los entiendo, de hecho, es parte de mí trabajo, no te preocupes.
La buena noticia es que depende de tí no necesitarme más.
Depende totalmente de tí, analizar lo que trato de decirte, lo que trato de prevenir.
Cuando Yo, “El Síntoma”, aparezco en Tú Vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte qué una emoción que contuviste dentro de Tú cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte.
Deberías darte la Oportunidad de preguntarte a tí mismo:
¿Para qué apareció éste Síntoma en mí Vida? ¿Qué querrá decirme?
¿Por qué está apareciendo éste síntoma ahora?
¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de éste Síntoma?
Si dejas éste trabajo de investigación, sólo a Tú mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás.
Debes consultar también con Tú inconsciente, con Tú corazón, con Tús emociones.
Por favor, cuándo Yo aparezca en Tú cuerpo, analiza lo que trato de decirte, entre más rápido hagas consciencia del por qué de mí aparición en Tú cuerpo, más rápido me iré.
Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir.
Al mismo tiempo que logres ése equilibrio y perfección como “analizador” de Tú Vida, Tús emociones, Tús reacciones, Tú coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.
Por favor, déjame sin trabajo. O ¿piensas de verdad que yo disfruto lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada vez que me veas aparecer, el motivo de mí visita.
Te invito, a que dejes de presumirme con Tús amigos y familia como si yo fuera un trofeo.
Estoy harto de que digas: “Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético”.”Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar”.”Siempre yo con mis migrañas”. Me presumes como si yo fuera un tesoro del cuál no piensas desprenderte jamás.
Por favor, haz consciencia, reflexiona y actúa. Entre más pronto lo hagas, más rápido me iré de Tú Vida.
Atte: El Síntoma