12/04/2025
🦴 “No pasa nada, ya me operaron…” — La historia de una segunda fractura que sí se pudo evitar.
Tenía 28 años.
Amante de las motos, la velocidad y esa sensación de libertad en dos ruedas.
Siempre decía: “La vida es una sola, hay que vivirla sin miedo.”
Y así lo hacía…
Hasta que un día, en una curva mal tomada, un automóvil no lo vio.
El impacto fue brutal.
Fractura conminuta de húmero derecho.
Cirugía urgente. Placas, tornillos, rehabilitación.
Meses con el brazo inmovilizado.
Le dijimos:
—“Tómalo en serio. Dale tiempo a tu cuerpo. El hueso aún está frágil.”
Pero él no quiso esperar.
Apenas pudo mover el brazo… volvió a subirse a la moto.
Decía que se sentía bien.
Que la placa lo protegía. Que “el hueso ya estaba reforzado”.
No había pasado ni medio año de la cirugía… cuando volvió a caer.
Mismo brazo.
Misma zona.
Pero ahora, peor: la fractura fue sobre la placa. Con desplazamiento.
Requirió una nueva cirugía, más compleja. Riesgo de daño en nervios.
Y esta vez, la recuperación sería más larga. Con menos garantías.
Cuando despertó de la operación, solo dijo una frase:
—“Me apuré… y ahora no sé si voy a poder mover bien el brazo otra vez.”
A veces el cuerpo sana.
Pero la impaciencia… rompe lo que apenas empezaba a sanar.
👉 Nunca subestimes una fractura, aunque creas que ya pasó lo peor.
👉 Una placa no hace magia. Solo da soporte mientras el hueso se recupera.
👉 Volver antes de tiempo, puede ser volver al punto cero… o peor.
No se trata de miedo. Se trata de respeto por tu cuerpo.
Y de entender que la verdadera fuerza… también está en saber esperar.