06/05/2025
El cerebro lector 🧠
Caja de letras del cerebro 🧠
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Referencia en la publicación original
👂👄Por qué debemos enseñar los fonemas(sonido de las letras) durante el proceso de lectoescritura? 🧠Los bebés, genios lingüísticos.
👀✏️Antes de aprender a leer, el cerebro del bebé ya está organizado para el lenguaje hablado activando, con pocos meses de edad, circuitos neurales del hemisferio izquierdo idénticos a los que activan los adultos al escuchar frases en su lengua materna (Dehaene, 2013). Los bebés son capaces, en los primeros meses, de reconocer sonidos de cualquier idioma pero antes de cumplir los dos años ya muestran preferencias por aquellos de la lengua a la que están expuestos (Kuhl, 2010). Y cuando el niño tiene dos años puede nombrar los objetos en voz alta porque tiene un sistema visual organizado que le permite identificarlos. Pero leer una palabra requiere mayor complejidad y los estudios en neurociencia revelan que para reconocer letras y palabras escritas se ha de reciclar una región específica de la corteza visual: el área visual de formación de palabras o “caja de letras del cerebro” (en inglés VWFA, visual word form area, o letterbox), una región en la que se concentra gran parte del conocimiento visual de las letras y de sus combinaciones. Sin olvidar que aunque existan periodos sensibles en el aprendizaje de la lectura, un aprendizaje temprano del niño a los 3 años de edad no tiene por qué ser más eficiente que cuando se da a los siete u ocho años, por ejemplo (Tokuhama-Espinosa y Rivera, 2013).
♻️🧠Reciclaje neuronal.
Las evidencias empíricas sugieren que para el aprendizaje de la lectura se necesita que una parte de las neuronas de una región que integra las áreas visuales del cerebro del niño en el lóbulo temporal izquierdo y que le sirven para reconocer objetos y rostros, la llamada “caja de letras”, se recicle para que pueda responder cada vez más a las letras y las palabras (Dehaene y Cohen, 2011). Esta importante región que interviene en un circuito de lectura universal que comprende rutas tanto fonológicas como semánticas, se activa de forma proporcional a la capacidad lectora, es decir, los lectores adultos y los niños que aprendieron a leer activan más la “caja de letras” que las personas analfabetas o los niños que no han aprendido a leer todavía, respectivamente (Dehaene, 2014). Y no solo es esta región cerebral la que se desarrolla, porque aprendiendo a leer se mejoran circuitos que codifican la información visual o los sonidos de las palabras, lo cual tiene una incidencia positiva en la memoria oral. Referencia: https://www.google.com/amp/s/escuelaconcerebro.wordpress.com/2015/11/05/el-cerebro-lector-algunas-ideas-clave/amp/