26/05/2025
Este domingo tuvimos un temazcal privado para un cumpleaños, y quisiera contarles mi perspectiva sobre este tipo de trabajos.
Llevar un temazcal privado puede ser un reto más grande aún que el llevar un temazcal comunitario, como regularmente lo hacemos los domingos. Con este tipo de grupos es vital tener cuidado en muchos detalles, pues la gran mayoría de asistentes suelen ser de primera vez, muchos entran con miedo e inseguridades, y también hay quienes llegan con alguna enfermedad, lesión o padecimiento y no toman en cuenta el avisar con tiempo. Muchos son convencidos para entrar por el amigo, la pareja, la hermana, etc. y por lo mismo que no conocen como funcionan estos espacios pueden mostrar resistencia a muchas cosas o no entrar con la actitud más adecuada (es decir, con respeto y prudencia).
Hay grupos con los que es fácil trabajar y hay otros que no tanto, pero lo que siempre es necesario es dedicarle más tiempo a las explicaciones sobre como funciona la medicina del temazcal, el trasfondo filosófico e indicaciones de seguridad previas a iniciar el temazcal y después de concluirlo. Si bien son cosas que uno como guía siempre debe tener en cuenta, con grupos particulares hay que dedicarle un poquito más de esfuerzo, pues son personas que no están acostumbradas a estas prácticas.
Este comentario no es a modo de queja, al contrario, estamos muy contentos de que cada vez más personas se acerquen con nosotros para solicitar servicios de temazcal para sus cumpleaños, reuniones familiares, grupos femeninos y demás. Pero me nace el interés de compartirles mi perspectiva, pues hay muchas personas que satanizan el hecho de cobrar una remuneración digna por un servicio como este, cuando de verdad muchas veces implica más trabajo y atención que un temazcal comunitario, donde usualmente la mayoría de asistentes ya conocen la dinámica o vienen de otros círculos y por lo mismo han trabajado más con el silencio y la disciplina.
Estamos al servicio! Ometeotl 🙏