
26/04/2025
🥴
“Solo quería que me tronara el cuello…”
Tenía molestias. Un dolor en el cuello que no cedía.
Un amigo le dijo: “Ve con el huesero, él te acomoda en dos minutos.”
Y él fue.
Salió… pero no caminando.
Salió en camilla. Inconsciente.
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Lo que ves en la imagen es una fractura cervical con disección de la arteria vertebral.
El resultado: infarto del cerebelo.
Una maniobra mal hecha. Un movimiento en falso.
Y la médula espinal… pagó el precio.
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Esto no es un juego.
La columna cervical es delicada. Vital.
Y una mala manipulación puede provocar desde una parálisis… hasta la muerte.
Antes de acudir con alguien que “acomoda huesos”…
pregunta: ¿es fisioterapeuta titulado? ¿tiene formación médica? ¿sabe anatomía, neurovascularización, signos de alarma?
Porque cuando el dolor cede… todo parece funcionar.
Pero cuando algo sale mal… ya no hay marcha atrás.
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Tu salud no es un experimento.
Confía solo en profesionales capacitados.
Porque en el cuello, la línea entre el alivio y el desastre… es delgada como una vértebra.