Terapeuta Familiar María Alma Rodríguez

Terapeuta Familiar María Alma Rodríguez Psicoterapia Familiar de pareja e individual. Previa cita Previa cita.

07/09/2025

🌐 Convocatoria Nacional: Decima Generación de Formación de Guardianes Comunitarios para la Prevención del Suicidio 🤝

A través de este programa virtual, con registro totalmente GRATUITO 🆓, podrás capacitarte y adquirir habilidades esenciales para la identificación y acompañamiento de personas en riesgo, así como para la elaboración de planes colaborativos de referencia a instituciones especializadas en salud mental.

📄 Además, tendrás la opción de solicitar constancia de participación con 25 horas de valor curricular al finalizar la formación.

💻 Modalidades Disponibles:

ONLINE 🌐
Requisitos:

- Acceso a internet.
- Participar en 7 sesiones programadas en tiempo real a las 6:00 pm (hora CDMX).
- Mantener la cámara encendida durante las reuniones.

ASINCRÓNICA ⏳
Requisitos:

- Acceso a internet.
- Completar módulos y actividades a tu propio ritmo.
- Entregar tareas y evaluaciones dentro de los plazos establecidos.

📅 Fecha límite de registro: 20 de Octubre del 2025
📅 Inicio de la formación: 28 de Octubre del 2025

Cumplir con los plazos y entregas.

📲 Registro únicamente vía WhatsApp: [311 112 3281]

✨ No dejes pasar esta oportunidad, ¡regístrate ya!

Red de mujeres investigadoras, transformadoras del ser y hacer cientifico.
07/09/2025

Red de mujeres investigadoras, transformadoras del ser y hacer cientifico.

01/09/2025

Septiembre comienza recordándonos una fecha que duele y a la vez compromete: el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Sin embargo, más allá de campañas de un solo día, esta conmemoración nos invita a pensar en la profundidad del problema y en el tipo de respuestas que estamos construyendo como sociedad.

La prevención del suicidio no puede reducirse únicamente a un listado de técnicas o a la atención clínica individual; debe estar atravesada por la justicia social. Porque el sufrimiento no nace en el vacío: se alimenta de la desigualdad, de la violencia estructural, de la falta de acceso a la salud, la educación, el empleo digno, la vivienda, y de los estigmas que silencian. Prevenir el suicidio exige transformar esas condiciones, no solo acompañar sus consecuencias.

Decir que la prevención del suicidio debe ser con justicia social significa reconocer que la vida de cada persona importa en dignidad y derechos. No bastan mensajes de esperanza si las comunidades siguen enfrentando exclusión, discriminación o carencia de lo básico para vivir. Sin justicia social, la prevención se queda corta; se vuelve paliativa, no transformadora.

Que este septiembre sea más que un mes de reflexión: que sea un llamado a mirar el suicidio como una problemática que requiere empatía, acción colectiva y compromiso político. Porque la prevención del suicidio tiene que ser con justicia social… o no será.

☺️💕👇🏻
05/07/2025

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Se logró llegar a la meta, gracias a mi querido esposo y a mi linda familia por estar conmigo en esta etapa y a todos lo...
09/06/2025

Se logró llegar a la meta, gracias a mi querido esposo y a mi linda familia por estar conmigo en esta etapa y a todos los que nos acompañaron en este trayecto.

¿A qué edad comenzaste a vivir ?
06/06/2025

¿A qué edad comenzaste a vivir ?

Comencé a vivir a los 58 años.

Hasta los 58 años, nunca pensé que la vida pudiera ser diferente — sin una rutina fija de casa, compras, lavadoras, comidas por preparar y silencios que soportar.

Desde niña me enseñaron que lo importante para una mujer es establecerse bien, casarse, tener hijos y mantener unida a la familia.

No contradecir, no discutir, no quejarse.

Y si sueñas — hazlo en silencio, porque soñar no sirve de nada.

Me casé joven, tuve dos hijos.

Era madre, esposa, ama de casa. Lavaba, planchaba, cocinaba, corría todo el día.

Mi esposo trabajaba. Volvía a casa cansado, comía en silencio, se sentaba frente al televisor. Luego comenzaba a criticar: que era aburrida, que me había dejado estar, que ya no tenía nada que decir.

Decía que con mujeres como yo no se vive: se sobrevive.

¿Y yo? Yo callaba.

Porque “la familia es sagrada”.

Porque “hay que tener paciencia”.

Porque mi madre me repetía: “Ten paciencia. Eres esposa, eres madre”.

Y yo tenía paciencia.

Esperaba el día en que los hijos crecieran, fueran independientes, y entonces — quizás — comenzaría mi vida.

Luego, un día, él se fue.

Sin escenas, sin explicaciones.

Se levantó, preparó una maleta y no volvió más.

Me quedé sola.

Y, curiosamente, lo primero que sentí no fue dolor. Fue silencio.

Un silencio real. Profundo.

Un silencio en el que, por primera vez, me escuché a mí misma.

Al principio estaba perdida.

Ya no sabía quién era.

No recordaba qué me gustaba, qué deseaba realmente.

Caminaba por la casa como si fuera una huésped.

Me preguntaba cuándo fue la última vez que me reí de verdad.

O la última vez que me desperté sin tener que correr a la cocina a preparar el café para todos.

Un día me desperté — y no hice la cama.

Me preparé un café solo para mí y me senté en el balcón.

Observé la luz que entraba lentamente entre las cortinas.

Era algo diminuto… pero lo vi con asombro.

Era solo mío.

Desde ahí, algo cambió.

Me inscribí en un curso de inglés. Porque sí. No por trabajo, no por "ser útil".

Aprendí a usar el smartphone para comprar un billete de tren.

Me fui. Sola. Por primera vez en mi vida.

Luego fui aún más lejos.

Vi el mar en invierno. El mar real. No el de las fotos.

Tenía un olor salado, punzante… sabía a libertad.

Me quité los zapatos, me senté en la arena húmeda y pensé:

"¿Por qué esperé tanto?"

Una vecina me dijo:

"¿Estás loca? ¿Viajar sola a casi sesenta años?"

Sonreí.

Porque quizás, finalmente, ya no estaba perdida. Me había encontrado.

Ahora vivo sola.

No porque nadie me quiera.

Sino porque, por primera vez, me quiero yo.

No tengo horarios.

Pero tengo ganas.

Ya no paso los días en la cocina.

Ahora paso horas en museos, en trenes regionales, en librerías, bajo una manta con una novela que había dejado en la mesita de noche durante años, porque “nunca había tiempo”.

A veces me miro al espejo. Las arrugas están, claro.

Pero los ojos son diferentes.

Hay una nueva luz en ellos.

Porque a los 58 años dejé de sobrevivir. Y comencé a vivir de verdad.

Para tomar en cuenta
02/06/2025

Para tomar en cuenta

“Envejecer con dignidad no es suerte. Es decisión.” 🎭⏳
— Robert De Niro

A sus 80 años, Robert De Niro no da discursos para impresionar.
Habla con la voz de quien ha vivido, ha perdido y ha entendido algo que pocos se atreven a decir en voz alta:

La vejez hay que construirla.

No se trata solo de llegar con salud.
Se trata de llegar con libertad.

En una entrevista, De Niro fue claro:
“No se llega al tercer acto con las manos vacías. Hay que prepararse.”

Y prepararse no es acumular.
Es tener lo suficiente para no depender.
Un techo propio.
Unos ahorros que no se vayan volando con los primeros vientos.
Un coche que no tengas que pedir prestado.
Y sobre todo… que todo esté a tu nombre.

Porque envejecer con dignidad no es tener cosas…
Es no deberle nada a nadie.

Pero también lo dijo con calma:
“Cuantas más cosas tienes, más energía te roban. El arte de vivir bien es saber disfrutar una buena comida… y dormir en paz.”

Sin miedo.
Sin angustia.
Sin sentir que cualquier día alguien tocará a tu puerta para decirte que todo lo que tienes… ya no es tuyo.

Nota: No pongas tu vida en manos de otros. No esperes que la vejez te trate bien si tú no te trataste bien antes. Y nunca olvides esto: Acumular cosas no es riqueza. Paz interior sí lo es.

28/05/2025

“Cúrate, mijita… no del amor, sino del vacío que confundiste con amor.”
Hay algo que muchas mujeres cargan sin ponerle nombre: una especie de hambre emocional, un deseo profundo de ser elegidas, de ser vistas, de ser por fin “la importante” para alguien. Y cuando esa herida no se reconoce, lo que parece amor… es solo una forma de llenar lo que hace falta por dentro.

Es como si tu corazón tuviera frío desde niña, y buscaras una cobija en cualquier lugar, incluso si está sucia o rota. Pero cuando sanas, cuando te haces cargo de ese frío interno, ya no aceptas cualquier abrigo. Aprendes a tejer el tuyo, con tu amor, tu respeto, tu presencia.

Curarte no significa endurecerte. Significa dejar de entregarte a quien no sabe sostenerte. Significa ponerle fin a la espera eterna de que alguien de afuera venga a darte lo que tú misma puedes empezar a construir.

Y entonces, cuando llega el amor —porque llega, y llega bien cuando tú ya estás bien— ese amor no duele, no exige pruebas, no castiga tu independencia. Ese amor es elección, no necesidad. Es alegría, no ansiedad.

08/03/2025

Dirección

Tepic
63070

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Lunes 11am - 8pm
Martes 11am - 8pm
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