
17/04/2025
NO ERES BUEN PADRE.
No eres buen padre si destruías a la madre mientras fingías cuidar a los hijos.
No eres buen padre si fuiste infiel y aún así tuviste el descaro de exigir respeto.
No eres buen padre si preferiste proteger tu imagen antes que proteger su salud mental.
No eres buen padre si defendiste a otros antes que a ella.
Si la exhibiste, la humillaste, la desacreditaste.
Si sembraste dudas sobre su estabilidad para hacerte ver como el cuerdo.
Como el héroe. El "buen padre".
No eres buen padre si manipulaste la verdad para dejarla como la loca.
Si usaste su dolor para victimizarte tú.
Si la llevaste al borde una y otra vez, y cuando finalmente estalló, dijiste:
“¿Ves? Por eso no puedo con ella.”
No eres buen padre si la hiciste vivir con miedo, con culpa, con ansiedad.
Si la hiciste rogar por cariño mientras tú dabas amor, atención y dinero a otras personas.
Si cuidaste más lo que dirían los demás que lo que sentía la mujer que te entregó su cuerpo, su confianza, su vida.
No eres buen padre si usaste la alevosía, la cobardía y la ventaja para destruirla lentamente y salir tú bien librado.
Si jugaste a ser el bueno mientras ella se desmoronaba.
No eres buen padre si hiciste de tu ausencia un castigo y de tu presencia una amenaza.
Si criaste hijos sobre el cadáver emocional de su madre.
No. No eres buen padre.
Eres el origen del trauma que después tus hijos tendrán que entender en terapia.
No hay escuela de "mas cara de la ciudad" que borre eso.
No hay discurso que lo disimule.
No hay foto feliz que lo oculte.
Si no cuidaste la mente, el cuerpo y el alma de la mujer que trajo a tus hijos al mundo, no eres un hombre.
Y mucho menos un padre.
Te guste o no, esto también es violencia.
Y esta vez, el mundo lo está viendo.