28/05/2025
La importancia del juego funcional en los niños
El juego funcional, también conocido como juego de ejercicio, es uno de los primeros tipos de juego que aparece en la infancia. Consiste en la repetición de acciones simples como correr, saltar, apilar, lanzar objetos o mover el cuerpo de manera libre y espontánea. Aunque parezca una actividad básica, es fundamental para el desarrollo integral del niño.
Este tipo de juego permite a los niños explorar su entorno y su propio cuerpo, favoreciendo el desarrollo de habilidades motrices gruesas y finas, como el equilibrio, la coordinación, la fuerza y la precisión. Además, les ayuda a conocer las propiedades de los objetos, como el peso, el tamaño, la textura y el movimiento.
A nivel cognitivo, el juego funcional estimula la atención, la memoria, la causa y efecto, y la capacidad de anticipar resultados. Por otro lado, tiene un papel importante en el desarrollo emocional, ya que a través del movimiento los niños canalizan energía, reducen el estrés y expresan emociones.
En los primeros años de vida, este juego es también una forma esencial de interacción social. A medida que los niños crecen, comienzan a compartir espacios de juego funcional con otros, lo que favorece la socialización y el aprendizaje de normas básicas como esperar turnos o respetar el espacio del otro.
En conclusión, el juego funcional no solo es una forma natural de diversión, sino una herramienta clave para el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social del niño. Fomentarlo desde los primeros meses de vida sienta las bases para aprendizajes más complejos y saludables en etapas posteriores.