16/10/2023
BENEFICIOS CLINICAMENTE PROBADOS DEL GLUTATION
El Glutatión y el Cáncer
El Glutatión evita y combate la formación de ácidos carcinogénicos por su función antioxidante, inmunológica y desintoxicante y retarda la formación de tumores, además de mitigar y reducir los efectos secundarios de la radioterapia y la quimioterapia.
Pocas palabras provocan tanto temor y aversión dentro del consultorio médico como el término cáncer: Se conocen más de un centenar de tipos de esta enfermedad de diferentes niveles de agresión. Muchos son susceptibles al tratamiento y algunos son curables. Sin embargo, el cáncer es la segunda causa de muerte en América del Norte, después de las enfermedades cardiovasculares.
Cabe destacar que muchos tipos de cáncer se podrían evitar mediante un régimen triple: mantener una dieta saludable, evitar los agentes carcinógenos y fortalecer las defensas inmunológicas del organismo.
Si hablamos de carcinogénesis, es decir de como comienzan estas dolencias, hemos de saber que las células sanas tienen un mecanismo incorporado que sólo permite la duplicación celular con tres fines: el crecimiento normal, la recuperación del tejido dañado, y el reemplazo de células perdidas en el metabolismo normal del organismo. Sin embargo, las células pueden perder su capacidad para regular el crecimiento, duplicándose incontroladamente, y con el tiempo, formar una masa de tejido canceroso.
Este tumor puede crecer lo suficiente como para desplazar a los tejidos normales, a veces liberando células enfermas que propagan el cáncer en otras partes del cuerpo por el proceso de metástasis. Los síntomas se desarrollan cuando ese crecimiento comienza a interferir con las funciones corporales o a agotar sus recursos energéticos.
No está totalmente claro cómo y por qué estas células pierden su autorregulación, aunque muchas causas posibles han sido señaladas. Algunos carcinógenos ambientales serán los que iniciarán el crecimiento canceroso, inclusive, una variedad de productos químicos, y los altos niveles de radiación que recibimos. Otros factores son menos predecibles. Las diferencias en nuestra composición genética o en nuestros sistemas inmunológicos aparentemente protegen a algunas personas más eficazmente que a otras. También sabemos que la susceptibilidad a ciertos tipos de cáncer a veces se hereda de la familia o del conjunto genético racial, pero los factores desencadenantes son todavía algo desconocidos.
La Sociedad Americana del Cáncer hace las siguientes sugerencias para minimizar el riesgo de cáncer: mantener un peso corporal adecuado; comer todos los días una dieta variada que incluya frutas y verduras; consumir más alimentos ricos en fibra (granos enteros, cereales, legumbres, etc.); reducir el consumo total de grasas; limitar la ingestión de bebidas alcohólicas y de alimentos ahumados, y los conservados con sal y nitratos.
El cáncer comienza con una mutación en el código genético de la célula: una reprogramación de los patrones de desarrollo que produce un crecimiento descontrolado. Una combinación de factores genéticos y ambientales que incluye la dieta, puede contribuir a esta duplicación aberrante. Una teoría sugiere que cuando los radicales libres se forman en el núcleo de la célula, su código de ADN puede quedar dañado. Otra teoría sugiere que factores como la mala alimentación y el humo del ci******lo comprometen al sistema inmunológico y debilitan las defensas del cuerpo que de otro modo podrían destruir una nueva célula cancerosa desde el principio de manera ciertamente fácil, mientras todavía es vulnerable.
Independientemente de la teoría, tenemos una deuda con nosotros mismos de prestar atención a todos los factores posibles, y aprovechar cualquier manera de minimizar el riesgo de cáncer. Una de estas maneras consiste en mantener los niveles adecuados de glutatión GSH.
¿Qué se sabe sobre el glutatión y el cáncer?
Se han escrito centenares de artículos médicos describiendo el papel del GSH en la prevención de cáncer y en su tratamiento. Estos se dividen en tres grupos principales:
1.- La prevención, inclusive la desintoxicación de carcinógenos, la anti oxidación y el aumento de la respuesta inmunológica.
2.- Las posibilidades terapéuticas, tales como las metodologías antitumorales, y el tratamiento y prevención de la desnutrición y la caquexia
3.- La función especial del GSH en la quimioterapia y la radioterapia, mediante la cual se aumenta la eficacia de estos arduos tratamientos, mientras minimiza sus efectos secundarios.
Un artículo de 1996 en el European Journal of Cancer (Revista Europea del Cáncer) llegó a sugerir que los radicales libres fueran clasificados como un tipo importante de agentes carcinógenos. Debido a su gran capacidad como el mayor y más poderoso antioxidante de la célula, el GSH puede absorber oxiradicales y otros radicales libres mientras se están formando en la célula. Esto evita que sucedan daños a diversas partes de la misma, especialmente al ADN en su núcleo.
El GSH aporta el beneficio adicional de mejorar el efecto de otros antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E y el selenio. Esto retuerza aún más la capacidad del cuerpo para destruir los radicales libres. Por si esto fuera poco, el GSH también desempeña un papel importante en la síntesis y reparación del propio ADN.
No cabe duda que el buen funcionamiento del sistema enzimático del glutatión protege del cáncer. Esto está claramente ilustrado por un estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute (Revista profesional del Instituto Nacional del Cáncer). Esta investigación se enfocó en las personas con deficiencia de la enzima glutatión-S transferasa-mu-r (GSTM1). La GSTM1 es un importante antioxidante que también desintoxica los carcinógenos comunes causantes de algunos tipos de cáncer, tales como el humo del tabaco.
Uno de los efectos del glutatión sobre el sistema inmunológico es controlar y equilibrar el crecimiento de las células linfocitos T (un tipo de glóbulos blancos), lo que refuerza la respuesta inmunitaria. Los individuos inmunodeprimidos son a menudo más propensos a contraer el cáncer, siendo un buen ejemplo el sarcoma de Kaposi, un cáncer encontrado mayormente en pacientes de SIDA.
Los especialistas en cáncer han desarrollado recientemente una estrategia llamada inmunoterapia en un intento por optimizar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer. La inmunoterapia consiste en aplicar ciertas herramientas para estimular el sistema inmunológico, por ejemplo, suministrar al organismo precursores del glutatión basados en el aminoácido cisteína.
Sabemos que la extirpación quirúrgica del cáncer sólo es factible si el tumor no se ha esparcido mucho, y es accesible. La radiación y/o la terapia química pueden ayudar, pero ambos infligen gran daño, tanto en las células normales como en las cancerosas.
Una piedra angular de la investigación reciente ha sido la búsqueda de maneras para limitar el daño a las células normales por tales tratamientos contra el cáncer.
La quimioterapia es un envenenamiento controlado del paciente, basado en la idea de que las células cancerosas de rápido crecimiento son más sensibles al veneno que las células normales. Muchos, pero no todos, de los agentes quimioterapéuticos producen efectos secundarios especialmente desagradables. La terapia de radiación funciona de manera similar. El área cancerosa está seleccionada y bombardeada con radiación. El tumor es teóricamente más sensible a la radiación que el tejido circundante sano, pero este tratamiento también puede producir graves efectos secundarios. Mientras tanto, el tejido normal utiliza los precursores para producir glutatión, dejándolo con mejores defensas al organismo y minimizando así los propios efectos secundarios producidos por este tipo de terapias.