23/08/2025
¡Esto explica MUCHO sobre los problemas psicosociales que vemos hoy en día! 🔍
Los jóvenes están priorizando su seguridad y estabilidad económica por encima de formar una familia. No es que "no quieran", es que la realidad actual les obliga a enfocarse en sobrevivir y sentirse seguros primero.
Esta presión constante por lograr estabilidad en un entorno incierto es un factor que puede potenciar la ansiedad, el estrés crónico y la depresión.
No es una "moda" o "falta de voluntad". Es una respuesta comprensible a un contexto social y económico demandante.
Esto es algo que percibimos cada vez mas frecuente en nuestro entorno. Por ende, comprendemos el estrés y ansiedad que experimentan las personas.
En una sociedad en constante transformación, las prioridades de los mexicanos menores de 35 años han dado un giro significativo respecto a las generaciones anteriores.
Según una encuesta realizada por México Pragmático, objetivos tradicionales como casarse y tener hijos han perdido relevancia frente a metas más centradas en la seguridad personal, la estabilidad laboral y el desarrollo profesional.
El 73% de los encuestados considera que la seguridad e integridad son más importantes que en el pasado, reflejando la preocupación por la creciente violencia y la incertidumbre social en el país.
De igual manera, metas como la titulación (47%) y encontrar un trabajo estable y seguro (44%) se destacan como prioridades clave, indicando que los jóvenes buscan cimentar bases sólidas en un entorno laboral cada vez más competitivo.
En contraste, el interés por formar una familia se ha desplomado. Solo el 9% de los encuestados prioriza casarse o vivir en pareja, mientras que apenas el 8% considera tener hijos como un objetivo importante. Más del 55% y 57%, respectivamente, indicaron que estos aspectos son menos importantes o ya no figuran entre sus planes de vida.
Ahorros, inversiones y el cuidado de familiares mayores emergen como temas relevantes, con el 48% y 51% de los jóvenes considerándolos igual de importantes que en el pasado.
Comprar una casa también ha perdido relevancia, en parte por la precariedad económica y el aumento del costo de vida: solo el 23% lo ve como una prioridad creciente.
Este cambio de enfoque evidencia una generación que ha dejado atrás los moldes tradicionales para priorizar su desarrollo personal y estabilidad, enfrentándose a un entorno marcado por retos económicos, sociales y culturales. Los jóvenes no rechazan el pasado, pero construyen un futuro con valores y prioridades que reflejan su realidad actual.