09/10/2025
🔴 El ACNÉ COMEDONIANO se desarrolla cuando el poro de la piel se tapa con una mezcla de grasa (sebo) que produce la piel y células cutáneas muertas. Este tapón es lo que se conoce como comedón, y esta forma de acné es considerada la más leve, ya que generalmente no implica mucha inflamación ni infección. La causa principal es el exceso de producción de sebo de las glándulas sebáceas, que a menudo está provocado por los cambios hormonales que ocurren durante la pubertad.
Los síntomas del ACNÉ COMEDONIANO se manifiestan como pequeños bultos que no duelen ni están muy rojos, y que aparecen con mayor frecuencia en la cara, la frente y la parte superior del tronco. Existen dos tipos de comedones: los puntos negros (o comedones abiertos), que se forman cuando el tapón se abre a la superficie y el sebo se oscurece por el contacto con el aire; y los puntos blancos (o comedones cerrados), que se forman cuando la obstrucción queda debajo de la superficie de la piel. A diferencia de otras formas de acné, el ACNÉ COMEDONIANO rara vez deja cicatrices permanentes.
El tratamiento inicial para el ACNÉ COMEDONIANO es generalmente sencillo y se centra en destapar los poros y evitar que se formen nuevos comedones. Las cosmetologas suelen recetar cremas llamadas queratolíticos tópicos, como el peróxido de benzoilo (POB) o los retinoides tópicos (como el adapaleno o la tretinoína). Además, es fundamental usar productos de limpieza y maquillaje que sean no comedogénicos, es decir, que estén formulados específicamente para no obstruir los poros de la piel.