04/04/2019
1. Pensar en dieta y no en un cambio de hábitos. Es muy frecuente cuidar mucho la dieta entre semana y el fin de semana descuidar por completo la alimentación. La mejor elección es aprender a comer de forma saludable y optar por buenos hábitos.
2. Reducir de mas la ingesta calórica. Optar por solo comer verduras o frutas y nada de hidratos de carbono y poca proteína, lejos de llevarte a tu meta hará lo contrario. El cuerpo comenzara a entrar en modo “ahorro” por la falta de energía y todo lo que consumas lo almacenara como grasa.
3. Hacer ejercicio sin cambiar tus hábitos: El ejercicio ayudará a que la disminución de peso sea más constante, minimizar la pérdida de masa muscular, mejorar tu sensación de estrés y tu descanso. Pero si lo haces para compensar calorías “malas” no funcionará.
4. No consumir fruta: Tiene fructosa, un azúcar simple, pero como viene acompañada de fibra, este azúcar no se comportará como el azúcar que llevan añadidos los alimentos o el que añadimos al café. Consume cada día fruta en el momento que te apetezca, la puedes consumir entre horas o de postre, lo importante es tomar 2-3 piezas al día.
5. No dormir suficiente: Dormir pocas horas es un factor que influye en la pérdida de peso, por lo tanto calcula a qué hora debes ir a dormir para poder realizar un descanso reparador.
6. Estres: Los problemas personales o la propia presión de querer bajar de peso pueden interferir en la pérdida.
7. Alteraciones metabólicas sin analizar: En el caso que estés realizando una dieta con supervisión de un dietista-nutricionista y no bajas de peso, quizás sea por una alteración metabolica no diagnosticada, desde hipertensión, resistencia a la insulina, diabetes, síndrome metabólico, alteración de tiroides, etc. Esto deberás consultarlo con el profesional adecuado.