10/02/2024
En la Educación hay Felicidad
HISTORIAS LÚDICAS PARA LA FAMILIA.
SER COMO MI HIJO
Por: Sergio Sánchez
EDUCACIÓN PARA NUESTROS HIJOS
Una mañana fresca de esos días en los que siempre deseas amanecer, abrí los ojos y vi por la ventana entrar los rayos del sol acariciándome la cara, mi primer pensamiento es saber cómo estaban las fieras que tenía en casa, mis hijos, salen ruidos del cuarto contiguo, en eso pensé, será un día hermoso de los que estaba esperando. El cantar de los pájaros alegran mis sentidos y deseo levantarme de ese rincón de la recámara, mi cómodo pedazo de cielo, mi cama. Me levante y tomé un baño para estar como el día de fresco. Escucho unas voces de niños, de ellos he aprendido a reeducarme, a tener paciencia, mejorar la escucha y como consecuencia te ayuda en el día.
Mis oídos se ponen atentos a esos parlantes, como el sonido de las aves que le cantan a la vida. Les pregunte a esos pequeños que alegran todas las mañanas:
-¿Que están haciendo?
-¡Estamos jugando hacer sonidos de animales y yo soy un lobo!, con una voz fuerte aúlla, Agustín: guuuu, guuuuuu.
-Después surge el rugir de un león feroz: Guuuaaaauuu. Fue tan fuerte que me asome al cuarto y vi que era Sergio.
-¡Es una voz muy aguda hijo!
Cuando subo la mirada, un maúllo de una linda gatita: miauuuu, miauuu, era Mayra.
-¡Creí que era un gatito!, sonreí con ella.
Esas sonrisas naturales y divertidas me animaron a participar e imité a nuestra mascota llamado panchito, un perrito chihuahua, era maravilloso, obediente y que más podría decir de él, fiel compañero, entonces: hua, hua, hua, solté la carcajada: jajajaa, todos nos reímos.
–Ahora hay que hacerlo juntos a la misma vez, dijo Sergio.
Se escuchaba como un zoológico, cuando todos los animalitos se comunican, después todos sonreímos.
Estas cosas de convivencia familiar, aunque escasas, pero consistentes en ánimo, nos dejan huella en el corazón.
Acto siguiente, les pedí que se prepararan para asistir a la escuela.
Te debes de coordinar como un equipo de campeones, movimientos, tiempos, organización de los espacios para ocuparlos, en sí, el resultado es verlos partir de la casa por la brecha ascendente que conduce a la escuela primaria.
Por la tarde de ese día, Sergio era un niño creativo, con una imaginación que construía ciudades, reinos, paraíso, todo con el poder de su mente, le daba forma con sus juguetes, esas carreteras, ciudades, hacia diálogos entre los personajes, esa pasión de envolverse en la vida que creaba, era un dios que construyó una civilización donde era todo armonía, vidas sencillas, nuevos participantes y algunos también morían, como es la normalidad de la existencia humana.
-¿A qué estás jugando?
Acercándome le pregunte.
-Están platicando Jorge y Carlos sobre quién le toca manejar el carro el día de hoy.
Me lo dijo con una fijación en el diálogo que tenía sus muñequitos.
-¡Ambos compraron el carro!, dice Sergio.
-El ser hermanos se debe de compartir, como lo hago yo con el mío.
Me asombró la respuesta de Sergio, tenía muy bien definido el amor que se deben tener. En la infancia todo es más sencillo, prevalece la amistad y el amor en las relaciones. Como los niños sin tener definiciones teóricas lo comprenden, es el acto natural del ser humano que actúa desde que nacen y se desarrolla con sentidos y emociones, expresan lo que sienten para tener una comunicación sana envuelta en el amor.
En eso, Sergio toma otro monito vestido de estudiante y dice:
-Si pasan por el parque me pueden dejar ahí, por favor.
Toma el monito de Jorge, que era el hermano mayor.
–Si pasamos por el parque y con gusto te llevamos.
Lo dijo con una voz simulando a la de un joven, entonces todos se suben al carro, un Ford Mustang 65, color azul.
-Sergio, te gusta el Ford Mustang 65, tiene 10 carros más, porque ese.
Me llamaba la atención por el modelo de vehículo.
–En una foto de mi abuelita vi que tenía un carro como el mío y me platicó muchas historias, por eso lo hice mi favorito, me responde Sergio.
-¡Muchas de esas historias me tocó vivirlas hijo!, de esa forma lo animé que las historias eran verdades.
En mis ojos brotan unas lágrimas provocadas por los recuerdo que tuve con mi madre que fueron las anécdotas narradas por su abuela a mi hijo, es decir, que su esencia y mi sentir se reflejó en él.
Es maravilloso tener la sensación de ser como tu hijo.
-Papá, ¿cuándo eras niño también jugabas como yo?
Esa voz dulce y tierna me evoca a ser niño otra vez. Me siento a su lado.
-Le dije: Toda la niñez me acompaño la soledad pero esta me dio la oportunidad de que mi imaginación y creatividad fuera mi mejor compañía.
Me miró a la cara y me expresó con ternura las palabras:
-¡Me gusta que juegues conmigo!
En esa oración me convertí en su compañero de juego, a la vez, un ciudadano más de su mundo creado, su planeta llamado SERGIO’S.
Los padres de familia cuando nos adentramos al mundo del juego de nuestros hijos, desde esa perspectiva entendemos que no hay diferencias de cómo se percibe el mundo, aunque haya distintas edades, la maldad siempre dañará a los infantes y lo bueno siempre hará bondad en ellos, también y obviamente las obligaciones cambian, pero el sentir interior físicos y psicológico es el mismo.
Sus necesidades cognitivas de aprendizajes por experimentación son latentes de su cerebro en desarrollo construyendo nuevas habilidades.
En el adulto es igual, pero en dos formas, el mejoramiento de su habilidades y adquisición de competencias necesarias para el campo laboral, personal y familiar.
En el juego lúdico de las responsabilidades se construyen los deberes y obligaciones, me surge una idea de platearle a Sergio el hacer una travesura.
Regresando al mundo de “SERGIO’S”, en la vida rutinaria y lúdica creada por la imaginación de mi hijo.
Comenté al ciudadano Jorge, que era el hermano mayor y yo convertido en Javier su vecino.
-¡Jorge, no hay que asistir a la escuela e irnos de pinta!, exclamé.
-¿Cómo de pinta?, dijo Jorge.
Moviendo su cabeza, le acusé un interrogante.
-¡Sí, de pinta es no ir a la escuela a clases!, expliqué.
-¡Pensé que era ir a pintar figuras al parque!, Jorge termina con una sonrisa.
Con esa sencillez del lenguaje y muy teóricos son los niños, ellos acrecientan la construcción verbal y utilizan la imaginación para definir contextos de hechos con las palabras que pueden asemejar una realidad suya con la diversión de hacer otra realidad verbal para los adultos, crea una sensación constructiva de los acontecimientos que están viviendo en el intercambio conversatorio con adultos, enriquecen su vocabulario y expresiones en sentido figurado.
Continúa la conversación.
-No deseo faltar a la escuela porque mis padres me van a pintar la cara con regaños, riéndose de su respuesta sarcástica.
Así me contestó, Jorge, pero su conciencia era de Sergio, ¡que lección de vida me dio!
Con inteligencia en sus palabras comprendí que Sergio cognitivamente era muy rápido de procesar la información y adaptarla literalmente o sentido figurado a su contexto para que le sea favorable, desde ahí entendí que tenía que jugar más con mi hijo.
La lección de hoy es que nuestros hijos aprenden mucho mejor jugando con papá y mamá, enriquecen el vocabulario y se forma en la crianza con valores, obligaciones, deberes y apegos familiares.