23/11/2025
Con el paso del tiempo, la arquitectura del colágeno cambia… y con ello cambia también la forma en que la piel se ve y se siente.
A los 20, la piel se recupera con rapidez.
A los 30, inicia la disminución natural y aparecen los primeros signos de fatiga.
A los 40, las fibras se afinan y la firmeza comienza a disminuir de manera visible.
Entender este proceso nos permite cuidar la piel con intención: de forma informada, preventiva y personalizada.
Cada etapa necesita algo distinto.
Y acompañarla con ciencia hace toda la diferencia.
Cuidar el colágeno no se trata de detener el tiempo, sino de darle a tu piel lo que necesita en el momento adecuado.
Si quieres conocer opciones seguras y basadas en evidencia para estimular tu colágeno, con gusto podemos orientarte.