05/11/2025
A veces no hace falta decir mucho… basta con quedarte en silencio mientras los demás cruzan tus límites.
Y ese silencio, aunque duela, habla. Le dice al otro: “esto está bien”.
Pero no lo está.
Cada vez que justificas lo que te hiere, cada vez que te dices “no es para tanto”, cada vez que te conformas con migajas emocionales, le enseñas al mundo que puede darte menos de lo que mereces.
Y sin darte cuenta, empiezas a perderte a ti.
La verdadera enseñanza está en poner límites desde el amor propio, no desde el miedo.
Porque cuando dices “esto no lo acepto”, también estás diciendo “esto es lo que valgo”.
💡 No temas incomodar: quien te quiere de verdad aprenderá a respetarte.
✨ Y quien se aleje, te está dejando espacio para vínculos más sanos, recíprocos y conscientes.
El respeto no se exige, se muestra.
Empieza por respetarte tú.