13/07/2025
La concientización del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en la infancia es un paso fundamental hacia la comprensión, el acompañamiento y la inclusión. A menudo, el camino inicia en casa, donde la aceptación de los padres es la primera y más importante forma de apoyo. Cuando los adultos que rodean a un niño o niña con TDAH logran entender que el comportamiento no obedece a una "falta de educación" ni a "caprichos", sino a una condición neurológica con manifestaciones diversas, se abren las puertas al amor incondicional, a la empatía y a decisiones más informadas.
Aceptar no significa resignarse, sino actuar desde la comprensión para buscar las mejores herramientas de intervención. La terapia, ya sea psicológica, conductual o psicopedagógica, se convierte entonces en un pilar para ayudar al niño o niña a desarrollar habilidades que le permitan autorregularse, comunicarse mejor y desenvolverse con mayor seguridad en su entorno.
La escuela, por su parte, tiene una gran responsabilidad. Debe ser un espacio donde se valore la diversidad y se adapte la enseñanza a las necesidades específicas del alumnado. La capacitación docente, la implementación de estrategias didácticas inclusivas y la colaboración con las familias son esenciales para evitar que los estudiantes con TDAH sean etiquetados, marginados o castigados por aquello que no pueden controlar sin ayuda.
Finalmente, la sociedad en su conjunto debe dejar de estigmatizar y comenzar a informar. La comprensión del TDAH no debe limitarse a círculos médicos o escolares, sino extenderse a los espacios públicos, culturales, deportivos y comunitarios. La inclusión empieza cuando entendemos que cada persona merece ser vista más allá de su diagnóstico.
Concientizar sobre el TDAH es una forma de construir un entorno más humano, menos prejuicioso y más dispuesto a acompañar a cada niño y niña en su proceso de desarrollo con respeto, paciencia y esperanza. Solo así podremos formar generaciones que no solo sean toleradas, sino profundamente valoradas por lo que son.