08/07/2025
A veces la vida no nos da tiempo de detenernos a reconocer lo que hemos superado. Nos enfocamos tanto en lo que falta, en lo que duele, en lo que aún no entendemos, que se nos olvida todo lo que ya hemos logrado con el corazón herido, con miedo, con dudas, pero también con coraje.
Esta frase, “Eres más fuerte de lo que crees”, no es solo una motivación vacía. Es un recordatorio profundo de que, incluso en los momentos en los que te sentiste al borde del colapso, ahí estuviste… resistiendo. Tal vez nadie vio tus batallas internas, pero tú las enfrentaste. Tal vez no lo dijiste en voz alta, pero cada mañana que te levantaste, a pesar del cansancio emocional, fue un acto de valentía.
La fuerza no siempre se ve como firmeza o como un espíritu inquebrantable. A veces se parece más a un suspiro silencioso, a una lágrima que cae en soledad, a una sonrisa forzada cuando por dentro todo duele. Y aún así… aquí estás. Viviendo. Caminando. Intentando.
No minimices tu historia ni subestimes tu capacidad. Has cargado con más de lo que cualquiera imagina. Has aprendido, aunque fuera a golpes, a cuidarte, a levantarte, a seguir. Por eso, hoy detente un momento y reconoce tu fuerza. No la que otros ven, sino la que tú conoces bien: la que te ha sostenido cuando pensabas que ya no podías más.
Y recuerda: esa fuerza sigue dentro de ti, aunque a veces lo olvides.