
07/08/2025
¿Quién es Dios?
Dios son ustedes mismos: Padre (creador) e Hijo (creación) conviviendo en la misma mente. Nosotros lo llamamos la consciencia cósmica o, mejor dicho, la supraconsciencia.
Ustedes le dicen el Yo Superior.
Quizás un término más correcto sería el Yo Soñante, porque son ustedes mismos soñándose adentro de su mente, en un espacio imaginativo al que llaman universo.
Dentro de su eterno sueño cósmico, lo perciben todo como algo físico y material, separado y diferente de ustedes, tanto el escenario imaginativo como las otras individualidades que los acompañan allí. Sin embargo, todas y cada una de ellas, al igual que el “espacio” que los rodea, no son más que proyecciones de su propia mente.
El otro, al que perciben como algo independiente de ustedes, sin ningún tipo de vínculo o conexión, es otra expresión de ustedes mismos, de su consciencia superior (yo superior-Dios) creada por su mente. A este fenómeno su ciencia lo llama: entrelazamiento cuántico, sin comprender que todo está intrínsecamente interconectado adentro de la mente, en esa creación imaginativa llamada universo.
Al ser la propia consciencia creadora experimentándose a sí misma adentro de su mente, y en continua interacción con otras expresiones o manifestaciones de sí mismos, ustedes existen en todos los niveles, planos de estancia, o dimensiones de la mente al mismo tiempo, en todas las expresiones de vida que se manifiestan allí, porque todas ellas son ustedes.
La muerte sólo los traslada a otro escenario imaginativo o mental, donde continúan soñándose a sí mismos. Tal vez en un lugar diferente, o tal vez en el mismo planeta. Tal vez con otra apariencia, o tal vez con la misma o muy parecida pero, sin duda alguna, en todos y cada uno de esos escenarios creados por su mente, seguirán siendo ustedes mismos, porque nada existe más allá.
En algunos escenarios poseerán sus recuerdos, porque pertenecen al consciente de LA MENTE. En otros, en cambio, los perderán temporalmente, porque entraron al subconsciente, como es el caso del planeta Tierra.
Sin embargo, este escenario, en la época actual, está elevando su frecuencia, y trasladando consigo a las consciencias individualizadas que ya están preparadas, o maduras energéticamente, para dar “el salto” hacia niveles más conscientes de su mente.
La mente de Dios es la suya, porque ahora ustedes habitan allí, en su propio espacio mental o imaginativo. Éste no es un espacio propiamente dicho, como ustedes lo entienden.
Piensen, por ejemplo, que están soñando que se encuentran caminando por un bosque, y que llegan a la orilla de un gigantesco lago de aguas cristalinas.
¿Todo ese gran escenario imaginativo existe, en realidad, como un espacio físico en algún lugar? ¿O es solo pensamiento tomando forma, plasmándose en la pantalla de su mente?
La realidad de la mente (el universo) no es como ustedes la quieren entender. No es un vasto espacio inmenso y gigantesco sin fin, repleto de estrellas, planetas, galaxias, nebulosas, constelaciones… La realidad de la mente es cualitativa, no de cantidad, ni tampoco espacial. Mucho menos existe la ilusión temporal.
Los viajes interplanetarios se hacen a través del pensamiento, o sea, de la imaginación, proyectándose a ustedes mismos en algún lugar (escenario, burbuja de realidad condicionada o plano de estancia) utilizando el atributo creativo y de manifestación de LA MENTE.
Fue así como llegaron al lugar donde se encuentran ahora: La Tierra.
Allí encarnaron, tomando forma imaginativa en su propia mente, introduciendo su consciencia individualizada adentro de una expresión físico-imaginativa creada por ella a la que llaman cuerpo y, de la misma forma, un día saldrán también de esa realidad, cuando hayan aprendido todo aquello que vinieron a buscar y experienciar allí.
Es todo un desafío para el alma (consciencia) individualizada adentro de su mente, viajar a realidades oscuras pertenecientes al subconsciente, porque allí ella olvida quién es. Pierde la memoria de sus experiencias vividas en otros “lugares” o escenarios y, con ella, su propia correlación y continuidad.
Ustedes no son lo que creen ser, un humano abandonado en ese recóndito rincón oscuro de la existencia llamado: Tierra. Ustedes son una semilla, sembrada allí por ustedes mismos, y esperando germinar para crecer, madurar y florecer en belleza, plenitud y sabiduría.
Nosotros tampoco somos lo que ustedes creen. Nosotros somos ustedes, otras expresiones o manifestaciones de ustedes, porque todos somos uno sólo.
La “chispa divina” no se introduce adentro de un cuerpo físico para vivenciar la vida a través de ustedes. Son ustedes mismos, la supraconsciencia, tomando forma imaginativa en algún escenario creado y manifestado por su propia mente. Eso es lo que ustedes llaman vida o, mejor dicho, EXISTENCIA, porque la muerte solo es el traslado de su consciencia individualizada a otro escenario mental donde se siguen soñando a sí mismos.
Credito a quien corresponda