22/04/2025
En México, arqueólogos descubrieron el esqueleto de una mujer de hace 3.600 años, con un rasgo sorprendente: dientes incrustados con piedras preciosas como jade o turquesa, y un cráneo intencionalmente alargado.
Este tipo de modificaciones corporales no eran meramente decorativas. En muchas culturas mesoamericanas, indicaban estatus social, identidad y belleza idealizada. El uso de incrustaciones dentales era reservado para la élite, y se realizaba con gran precisión. Sin anestesia moderna.