12/07/2025
¿Sabes cuál es el escondite perfecto del ego?
- La espiritualidad, ese lugar perfecto que en vez de utilizarlo para evolucionar, lo utilizamos para huir de la oscuridad
En lugar de permitirnos sentir y cuestionar el miedo, la tristeza, la rabia o la soledad, el ego nos susurra frases “espirituales” que desvían la atención sin resolver nada.
Frases como:
“Todo es perfecto” (dicho con cara de sufrimiento reprimido).
“No debo sentir esto, porque vibra bajo” (negarse a ver lo que te aprisiona)
“Lo suelto al universo” (cuando en realidad lo estás negando).
“Ya lo trabajé” (traduccion: no quiero volver a mirar eso).
Y así, el ego se pone túnica blanca y se convierte en el gurú interno... pero sigue controlando el juego.
¿Por qué hacemos esto?
Porque sentir realmente lo que hay requiere que lo cuestionemos
Y el ego no sabe responder preguntas, porque quedarías al descubierto como el tirano de nuestra mente
Prefiere darte una imagen pulida de “persona consciente” antes que admitir:
“Me siento perdido. Estoy herido. Necesito ayuda.”
Pero el camino espiritual auténtico no es un show de equilibrio constante.
Es una travesía profundamente humana, donde las lágrimas son limpiezas, y las sacudidas del alma son señales de que algo viejo se está soltando.
No utilices mantras para callar el dolor.
No utilices inciensos para ahuyentar la oscuridad
No utilices amuletos para sentirte a salvo
Solo observa y siente lo que hay, sin filtros, sin rituales, sin justificaciones.
Y en ese espacio vulnerable, el Espíritu Santo puede entrar, enseñándote que tú no elegiste ese sufrimiento, pero tampoco cuestionaste porque estaba ahí, solo aprendiste a lidiar con eso, él te muestra la verdad de lo que eres y es tan sublime que evapora toda la oscuridad
No se trata de dejar la espiritualidad.
Se trata de dejar de usarla como muro.
Dejar que las herramientas espirituales nos lleven a corregir, no a evitar.
El perdón verdadero no es olvidar el dolor, sino mirar con amor lo que antes mirábamos con juicio.
Y para eso… hay que mirar de verdad.