
11/09/2025
El Dzogchen, o la "Gran Perfección", no es una filosofía ni una técnica, sino la realización de la verdadera naturaleza de la mente. Para entenderlo, es útil dejar de lado los conceptos y usar imágenes que apunten directamente a la experiencia.
Como esto no puede ser explicado de manera conceptual las enseñanzas nos dan metáforas para mostrarnos las cualidades del Dzogchen
1. La cualidad de la Base (Gzhi): El Espejo
Imagina que la conciencia es un espejo. Este espejo no es un objeto que pueda ser tocado o visto por sí mismo. Su naturaleza es simplemente reflejar. Los pensamientos, las emociones, las sensaciones y los objetos del mundo son como los reflejos que aparecen en la superficie del espejo.
* Lo esencial: El espejo siempre está ahí, inmutable. Los reflejos cambian, pero el espejo no se ve afectado por ellos. Un reflejo de una montaña no hace que el espejo sea una montaña, y un reflejo de una tormenta no lo moja. Del mismo modo, nuestra conciencia fundamental (rigpa) no es contaminada por los pensamientos positivos o negativos. La cualidad de la conciencia es simplemente ser consciente, clara y vacía.
2. La cualidad del Camino (Lam): El Cielo sin nubes
El camino de la práctica es como la familiarización con el vasto cielo sin nubes. El cielo es la conciencia fundamental, y las nubes son los pensamientos y las distracciones.
* Lo esencial: La mayoría de las prácticas de meditación se centran en "quitar las nubes" o en "construir algo" en el cielo. El Dzogchen, en cambio, te pide que simplemente reconozcas el cielo tal como es. No necesitas luchar contra las nubes; no puedes hacer que el cielo sea más cielo. Solo tienes que darte cuenta de que las nubes (los pensamientos) son fenómenos temporales que aparecen y desaparecen en la vastedad inmutable del cielo (tu conciencia).
3. La cualidad del Fruto (ʼBras bu): El Océano y las olas
El fruto de la práctica es la realización de que tú eres el océano, no la ola. La ola es tu yo individual, tu historia, tus pensamientos. El océano es la vasta y unificada naturaleza de la mente.
* Lo esencial: El océano y las olas no son dos cosas separadas. La ola surge del océano, es del océano, y vuelve al océano. Cuando te identificas con la ola, sientes el nacimiento, la vida y la muerte. Cuando te das cuenta de que eres el océano, entiendes que nada se crea ni se destruye, solo se manifiesta y se disuelve en tu propia naturaleza. La iluminación no es un estado al que llegues, sino el reconocimiento de lo que siempre has sido.
En resumen:
* La mente es un espejo, en el que los pensamientos son los reflejos.
* La práctica es reconocer el cielo, sin intentar controlar las nubes.
* La realización es darte cuenta de que eres el océano, en el que las olas son manifestaciones de tu propia esencia.
Espero que estas metáforas te ayuden a vislumbrar la profunda simplicidad de la Gran Perfección o Dzogchen, puedes buscar más información en Yungdrung Bön.