29/05/2024
Los síntomas emocionales o de comportamiento pueden incluir:
Ansiedad o preocupaciones
Incapacidad de relajarse
Miedos nuevos o recurrentes (miedo a la oscuridad, a estar solo o a los extraños)
Aferrarse al adulto, no querer perderlo de vista
Rabia, llanto o gimoteo
Incapacidad para controlar sus emociones
Comportamiento agresivo o terco
Regresión a comportamientos típicos de etapas anteriores
Renuencia a participar en actividades familiares o escolares
Cada niño reacciona de forma diferente a las dificultades que se le presentan. Nuestra cultura también influye en la forma de expresar nuestras emociones. En algunas culturas, por ejemplo, no es aceptable expresar emociones y llorar en público, mientras que en otras sí lo es
¿Lo sabías? En momentos de estrés y crisis, los niños observan los comportamientos y reacciones de los adultos para aprender a gestionar sus propias emociones.
Análisis práctico
Cómo reconocer las señales de estrés en los niños
Aprende a detectar las reacciones más comunes al estrés
Una niña se tapa la cara con las manos
العربية
Cada niño reacciona de forma diferente a las dificultades que se le presentan. Nuestra cultura también influye en la forma de expresar nuestras emociones. En algunas culturas, por ejemplo, no es aceptable expresar emociones y llorar en público, mientras que en otras sí lo es.
Algunas señales de estrés no son evidentes. A continuación ofrecemos una lista de señales que pueden presentarse a distintas edades. Todos los niños son diferentes y, por tanto, también lo son sus reacciones al estrés.
¿Lo sabías? En momentos de estrés y crisis, los niños observan los comportamientos y reacciones de los adultos para aprender a gestionar sus propias emociones.
Reacciones comunes al estrés en los niños
Muchos de estos síntomas suelen ser temporales y son reacciones normales al estrés. Sin embargo, si persisten, el niño puede necesitar apoyo de un especialista.
Edad
Reacción
4-6 años
Necesidad de estar cerca de los adultos
Regresión del comportamiento
Cambios en los hábitos alimenticios o del sueño
Aumento de la irritabilidad
Dificultades para concentrarse
Disminución de la actividad o exceso de o actividad
Pérdida de interés por el juego
Deseo de asumir papeles de adulto
Mutismo
Ansiedad o aumento de la ansiedad
7-12 años
Retraimiento
Preocupación por otras personas afectadas por un acontecimiento concreto
Cambios en los patrones de alimentación o del sueño
Temores exacerbados
Aumento de la irritabilidad
Agresividad
Agitación
Deterioro de la memoria y la concentración
Síntomas físicos/psicosomáticos
Evocación frecuente del suceso o realización de juegos repetitivos
Sentimiento de culpa
13-17 años (adolescentes)
Tristeza intensa
Preocupación excesiva por los demás
Sentimiento de vergüenza y culpa
Mayor cuestionamiento de la autoridad
Mayor asunción de riesgos
Agresividad
Comportamiento autodestructivo
Sensación de desesperanza
Todas las edades – Reacciones físicas
Como estos síntomas también pueden constituir un indicio de una dolencia física, se recomienda que un médico examine a tu hijo para descartar cualquier causa de este tipo.
Fatiga
Sensación de opresión en el pecho
Dificultades para respirar
Boca seca
Debilidad muscular
Dolor de estómago
Mareos
Temblor
Dolores de cabeza
Dolor genérico
Señales de alerta preocupantes, que no se deben pasar por alto si se mantienen
Si estos síntomas persisten, el niño necesitará apoyo especializado
Retraimiento, reserva e inmovilidad
Miedo en presencia de otros
Mutismo
Preocupación extrema y constante
Síntomas físicos de malestar: temblores, dolores de cabeza, pérdida de apetito, tensión y dolor
Agresividad, voluntad de dañar a otros
Confusión o desorientación
Hacer un balance de las emociones
Habla con tu hijo periódicamente sobre sus emociones. Esto significa preguntarle, directa o indirectamente, cómo se siente. Puedes proponerle que se exprese por medio de la pintura o el dibujo. Anímalos a que te hablen de su dibujo, de lo que representa o de por qué han elegido un color determinado. Esto puede ayudar a algunos niños a expresar lo que sienten, mientras que otros pueden preferir enseñar su dibujo sin comentar nada; deja que tu hijo decida.
A menudo, cuando estamos estresados, nuestra respiración se vuelve superficial y tiene lugar en la parte superior de la caja torácica en lugar del vientre o el abdomen, mientras que la respiración abdominal tiene un efecto calmante y nos ayuda a oxigenar los pulmones.
Instrucciones
Coloca tu mano en el estómago
Inhala profundamente por la nariz durante 5 segundos y exhala profundamente por la boca durante 5 segundos; repítelo 5 veces.
Con los niños, se puede utilizar la imagen de un globo: cuando inhalan, inflan su vientre como un globo, y cuando exhalan, el globo se desinfla lentamente.
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