28/07/2025
El duelo perinatal es una de las experiencias de pérdida más profundas que puede enfrentar una familia. Este duelo ocurre cuando se pierde a un bebé durante el embarazo, el parto o poco tiempo después de nacer.
A menudo, este proceso es invisible para los demás, pero en tanatología reconocemos el impacto emocional y psicológico que esta pérdida conlleva para los padres, hermanos y otros familiares cercanos.
El duelo perinatal tiene sus propias particularidades, ya que implica la pérdida de expectativas, sueños y vínculos que los padres han comenzado a construir desde el momento en que descubren el embarazo. Al no haber tenido la oportunidad de conocer al bebé en el mundo exterior, las personas a su alrededor pueden tender a minimizar la pérdida, subestimando el dolor que genera.
Esto puede llevar a un proceso de duelo silencioso y, en algunos casos, a sentimientos de culpa, tristeza profunda y aislamiento.
¿Cómo acompaña la tanatología en este proceso? Desde la tanatología, se ofrece un acompañamiento respetuoso y sensato, basado en reconocer y validar todas las emociones y reacciones que puedan surgir. El objetivo es crear un espacio seguro donde los padres y familiares puedan expresar su dolor, hablar de sus miedos, frustraciones y honrar la memoria de su hijo.
Este proceso de acompañamiento puede ayudar a:
-Aceptar y validar el dolor como una parte natural del proceso.
-Trabajar en la construcción de un duelo saludable que permita recordar al bebé con amor.
-Ofrecer estrategias para gestionar los momentos difíciles, como las fechas conmemorativas.
-Facilitar el acceso a redes de apoyo con personas que han pasado por experiencias similares.
Si estás viviendo un duelo perinatal, recuerda que no estás solo. Permítete vivir este proceso con compasión hacia ti mismo, y busca apoyo si lo necesitas. La tanatología está aquí para acompañarte en cada paso, recordándote que el amor y el recuerdo de tu hijo seguirán siendo parte de tu vida.